Whatsapps e intolerancia
El confinamiento ha cambiado nuestros hábitos: ya hablamos por teléfono hasta con primos segundos que apenas conocíamos, por alterar así nuestras rutinas. Pero la cosa está empezando a tomar un sesgo peligroso.
El confinamiento ha cambiado nuestros hábitos: ya hablamos por teléfono hasta con primos segundos que apenas conocíamos, por alterar así nuestras rutinas. Pero la cosa está empezando a tomar un sesgo peligroso.