¿Quién pagará todo esto?
No pasa un día en que el Gobierno no aumente el gasto en esto o en lo otro. A veces resulta obligado, como en la erupción volcánica de La Palma. Otras son más discutibles. Como el bono cultural para los jóvenes, cargado de razones puramente electorales. Y finalmente están las trasferencias autonómicas, singularmente las referidas…