La regeneración democrática es sencilla de entender: usted debe dejar de leer medios que insulten a Begoña Gómez y pasar a leer medios que insulten a la Corona, es decir al jefe del Estado. Todo lo demás es un poco nebulosa. Sabemos, eso sí, que, a cambio de un registro periodístico y de controlar contenidos, el gobierno pondrá cien millones encima de la mesa para repartir a quién se porte bien.
La batalla contra el bulo y la desinformación es un problema que sufre casi todo el mundo, de uno al otro confín. Después de cinco días de reflexión, un enfadado enamorado decidió algo drástico: trasponer una directiva europea. Qué audaz. ¿Ustedes creen en un cambio? El cronista tampoco.
Sostiene Sánchez que la propiedad de los medios debe ser conocida y que también sus fuentes de financiación. Pues vale, el asunto es muy revolucionario, está en el registro mercantil. Lo que debiera corresponder a que la administración hiciera públicas sus subvenciones, cosa que el portal de transparencia no hace, pero yo les puedo adelantar: Prisa, El País y la SER son los más agraciados.
Cabe, también, imaginar que las subvenciones a medios se efectúan mediante licitación pública y principio de legalidad, lo que requiere conocer la propiedad de quién recibe la pasta. O sea, que el Gobierno sabe a quién se da dinero, como lo saben las Comunidades Autónomas y, en menor medida por cantidad, los Ayuntamientos.
Lo único que cambia ahora respecto al pasado es que quien quiera pelas debe portarse bien, porque vamos a crear un organismo vigilante que decida quién es bueno y quién es malo o cumple códigos deontológicos. Órgano que elegirá alguien independiente, naturalmente, o sea el Gobierno.
Digo yo, que, por un poner, no vamos a exigir licencias a blogs como éste, que por cierto está en Common Creative y alojado en páginas legales.
Los llamados seudomedios (queridos y queridas, sin p, por favor, sin p) tienen sus nombres y apellidos y, en general, no licitan para recibir subvenciones. Que alguien compre o no una línea de opinión es asunto de quien pone pelas, se siente, es cosa del liberalismo.
El problema es que el gobierno no puede regular a los agentes donde anidan estos medios: ustedes pueden prohibir el porno y el camarada Elon lo pone en lo que antes llamábamos Twitter y ya me dirán ustedes si X, Facebook, Télegram y WhatsApp son regulables.
Quiero decir, para que me entiendan, que las armas legales difícilmente podrán mejorar más y existen en todos los ámbitos, incluido el honor, salvo que invadamos el derecho a la libertad de expresión.
Aprovechando que el Pisuerga pasa por las subvenciones, hemos decidido derogar, no derogar, cambiar, no cambiar, tocar, no retocar, o lo que sea, el asunto de la “Ley Mordaza”. Tenemos que ponernos duros con las injurias, el honor y cosas de esas. Con la policía y el ministerio del Interior, no.
Para que se sepa. Meterse con Begoña es intolerable, quemar una foto del rey es libertad de expresión. Lo de derogar la Ley no, a pesar de lo prometido hace siete años.
Eso sí. Las medidas de regeneración son para la opinión pública y publicada, especialmente, pero no afectan a las instituciones.
La cuestión de la transparencia pública, de los comportamientos institucionales no merece ninguna medida propuesta por el Gobierno. Ni la independencia de los responsables de las empresas públicas. Tampoco la publicidad publica que se convierte en propaganda. Dice Sánchez que va a cambiar la Ley electoral, pero no dice que a su gobierno la Junta Electoral le multa una elección sí y otra también.
Una ronda de contactos se nos viene encima. Los socios del Gobierno no son partidarios de la regulación, los medios sólo son partidarios de seguir recibiendo las pelas que reciben, nadie se cree nada. La regeneración democrática no se refiere a los medios de influencia públicos, desde el CIS a EFE o RTVE, por un poner.
El cronista no se cree nada. Menos si es Yolanda Díaz la que nos alerta sobre la democracia, el diálogo y la transparencia. De Sánchez y su señora no digo nada, deberé ponderar, eso sí, la prístina belleza del ministro de Transporte que, adelantándose a la regeneración democrática, ha puesto a funcionarios a revisar post, blogs y noticias.
Si usted quiere ser avalado por el Gobierno, no lea medios que hablen de Begoña Gómez y pasar a leer medios que insulten a la Corona. Es mucho mejor, dónde va a parar.