Contra la meritocracia
Hemos decidido igualar a todo el mundo por abajo en los niveles culturales, formativos, educativos… Lo importante no son ni el esfuerzo ni el mérito sino el igualitarismo sin el uno ni el otro. Ahí tenemos, si no, a la ley Celaá, que propone pasar de curso en Primaria, Secundaria y Bachillerato con dos suspensos.