¿Qué broma es la que se ha acabado, García Albiol?
Pegó un puñetazo sobre la barra después de apurar de un solo trago su bebida. El sheriff Xavier García Albiol apartó decidido las dos puertas abatibles del saloon y desenfundó sus dos colt 45. Los vaqueros que aún apuraban sus whiskies lo escucharon alto y claro: “Se acabó la broma”.