(Noticia ofrecida en exclusiva desde Atenas por rokambol.com)
Más de treinta mil hijoputas de diversos sectores financieros e industriales de Grecia han estado despegando durante las últimas semanas desde diversos lugares del país heleno, la mayoría de ellos tomando carrerilla y batiendo unas pequeñas y rudimentarias alas que han conseguido desarrollar en las axilas. La mutación de estos hijoputas ya había sido advertida por los zoólogos de la Bolsa de Atenas pero nunca se llegó a pensar que pudieran remontar el vuelo en tan poca distancia. Al parecer, algunos hijoputas solo necesitan una decena de metros para coger altura y alcanzar los siete mil metros en apenas un par de minutos. “Nunca había visto a nadie tan gordo despegar tan rápido”, asegura un piloto retirado de las fuerzas aéreas griegas.
Según destacan nuestros colegas de www.rokambol.com, la opinión de varios ingenieros aeronáuticos consultados por esa redacción, el enorme peso del dinero en efectivo que los hijoputas se ven obligados a sostener con los brazos se compensa con la escasa vergüenza que llevan consigo al despegar del suelo. Las alas membranosas, mucho más ligeras y rápidas que las de plumas, son también un factor importante a la hora de fugarse, explican los expertos. “Todos esos hijoputas poseen una morfología similar a la de la cucaracha roja pero su vuelo es mil veces más sofisticado”, precisan los zoólogos de la Bolsa de Atenas a nuestros colegas, a los que felicitamos por la exclusiva.