Trampas y cinismo político en los programas culturales del Ayuntamiento de Madrid. Alrededor de 280 trabajadores han quedado de momento en la calle, mientras que los ciudadanos afectados podrían superar los 20.000. Son las consecuencias de la quiebra de la empresa Actividades de Educación, Cultura y Ocio SL (Educo Actividades), pero también de la inacción y la mala gestión del ayuntamiento madrileño. Desde el Consistorio se asegura que todo se va a resolver favorablemente, pero ya han hecho trampas y cometido supuestas irregularidades: los alumnos con plazas “adjudicadas” tras el sorteo de junio han visto cómo ahora han pasado a ser “rechazados”. La oposición municipal ha encontrado carnaza y los ciudadanos empiezan a movilizarse.
La quiebra de la empresa Educo Actividades, dirigida por Juan Carlos Gómez Sánchez, se veía venir desde lejos. La crisis la veían todos, menos el Ayuntamiento que dirige José Luis Martínez-Almeida y la concejala del distrito de Arganzuela, Dolores Navarro. Un Ayuntamiento, por cierto, que ya soportó, junto a otros organismos de la Comunidad de Madrid, otra quiebra similar en 2018, con parecidos cursos y talleres: la de Arjé Formación, una empresa gestionada por Rosa Olmos Larrea que había bajado los precios y que dejó tirados a municipios de todo Madrid.
Lo de los cursos y talleres en la región madrileña ha constituido una gran y utilísima invención como servicio social, pero siempre ha sido, sin embargo, un plato muy apetecible para aventureros diversos. Las cifras globales cantan: unos 46 millones de euros en licitaciones en cinco años (2013-2018, cuando la quiebra de Arjé. Ahora, para 2025, el ayuntamiento presupuestó 6,277 millones de euros, un 5,7% más que en 2024).
En 2018, algunos de los proyectos afectados fueron las clases de danza en Pozuelo, extraescolares en Pinto, talleres de teatro en Coslada, reparto de cenas a menores vulnerables en Ciudad Lineal o intervención social en Carabanchel. Ahora, en 2025, son muchos los proyectos culturales perjudicados no solo en el distrito de Arganzuela, que es el inicialmente más afectado, junto a los trabajadores que dan talleres a las bibliotecas municipales y a los servicios ‘tocados’ por Educo en el populoso distrito de Carabanchel: también afecta a los servicios sociales de los centros municipales de Mayores de Carabanchel, cuya plantilla, además de sufrir el impago de la nómina de junio, sufren otro impago -ganado por sentencia judicial- que podría redondearse en 60.000 euro desde hace unos dos años, aproximadamente.
En definitiva, un desastre sin paliativos que afecta a 280 trabajadores de Educo (otros 120, de los 400 en total en la plantilla, han sido ‘cedidos’ a una nueva empresa, Grupo Educativo, que los ha tomado a su cargo) y a unos 20.000 usuarios finales.
Además, Arganzuela parece que es la ficha de dominó por la que pueden caer el resto de distritos: se trata de los Centros culturales de Arganzuela, que ya han interrumpido su actividad; Centros culturales de Barajas, cuya continuidad tampoco está garantizada; Centros Municipales de Mayores de Carabanchel, pendientes de nueva gestión, o Bibliotecas Municipales y un programa de discapacidad en Las Rozas, de Madrid, que podrían suspenderse si no se encuentran adjudicatarios.
Los servicios de los centros culturales de Barajas se encuentran en la cuerda floja. La empresa adjudicataria es Alvalop, pero no han formalizado aún el contrato y, además, existen determinadas noticias sobre el pasado de esta empresa. La segunda mejor valorada era la sevillana DOC 2001, que renunció voluntariamente a la licitación porque se olía lo mismo que en Arganzuela.
El Ayuntamiento echa balones fuera
Mientras la crisis está a punto de estallar, el Ayuntamiento tira balones fuera. Hace unos días, la delegada de Economía, Innovación y Hacienda, Engracia Hidalgo, aseguraba la continuidad de los talleres municipales de ocio y cultura, a pesar de la entrada en concurso de acreedores de Educo, empresa que durante más de 20 años gestionó estos programas en distintos distritos, entre ellos Arganzuela.
Hidalgo pedía “tranquilidad” a alumnos y trabajadores, recordando que el contrato con la compañía ya había finalizado y que se había iniciado un nuevo procedimiento que “entrará a funcionar en septiembre con absoluta normalidad”. Pero solo era una mentira más.
Por su parte, la concejala-presidenta de Arganzuela, Lola Navarro, indicaba que “se sacó el concurso correspondiente para iniciar una nueva contratación en la que los trabajadores han de ser subrogados”. Navarro añadía que la empresa adjudicataria aún no había formalizado el contrato, aunque tenía de plazo hasta finales de agosto, y que los periodos de matriculación “se podrán realizar fácilmente durante el mes de septiembre”. Pero eran también medias verdades.
En primer lugar, no habrá “normalidad” en septiembre, como decía Hidalgo. Off The Record ha podido confirmar que los alumnos que habían sido admitidos en el sorteo de junio (recibieron entonces los certificados correspondientes como “plaza adjudicada”) ahora aparecen como “rechazados” en su carpeta ciudadana, lo cual supone un acto de mala fe y, probablemente, una ilegalidad municipal. El ayuntamiento ha optado por esta fórmula para que esos cientos o miles de alumnos no puedan abonar la matrícula a partir del 1 de septiembre, que es cuando se abre el periodo de matriculación.
En segundo lugar, Navarro dijo que la nueva empresa tenía de plazo para formalizar la adjudicación hasta finales de agosto, pero los representantes de los trabajadores afectados, Juany Guillén, como portavoz, y Victoria José de Andrés y José Manuel Valcarcel, todos por Unión Sindical Obrera (USO), que son los que más se está moviendo en este terreno, confirman que Navarro no dice la verdad: “El plazo de formalización del contrato venció el 13 de julio, y ese documento aparece en la plataforma de contratación. Ya está vencido y hay un silencio administrativo en ese pliego desde entonces…”, señala Guillén a Off The Record.
Los pliegos atraviesan por varias fases: anuncio, publicación, evaluación de ofertas presentadas, adjudicación y formalización. Ahora estaríamos en la fase de formalización, pero la fecha de la misma, según la última publicación del pliego, era hasta el 13 de julio; por tanto, ha vencido hace más de un mes. “Aquí tenemos silencio por todos los lados y siempre vamos a pagar justos por pecadores”, asegura Guillén a Off The Record.
Las adjudicatarias rechazan las condiciones del Ayuntamiento
Además, la propia Guillén se puso en contacto con la empresa adjudicataria, DOC 2001, de Sevilla, que le dio su versión de los hechos: resulta que esta empresa ya renunció el pasado 25 de julio a una adjudicación en el distrito de Barajas porque el Ayuntamiento la obligaba a hacerse cargo no solamente de los trabajadores, obligatorio por ley, sino también de las deudas de Educo con la Seguridad Social, que parece que superan los 500.000 euros. Esa razón es el óbice para que, igualmente, esta misma empresa no formalice la adjudicación en el distrito de Arganzuela, en el que solo en el Centro Cultural de El Reloj afecta a cerca de 3.000 usuarios. En todo el distrito, redondeando, los afectados podrían ser unos 5.000 en sus dos centros: el dotacional integrado Ángel del Río y en la Casa del Reloj.
Parece ser que los directivos de la sevillana DOC 2001 manifiestan voluntad negociadora para llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento. Aunque nadie habla de estos términos, parece lógico pensar que el consistorio debería, al menos, asumir la mitad de la deuda de la anterior empresa con la Seguridad Social. El Consistorio se resiste, pero le faltan argumentos, como explica Guillén a Off The Record:
“Cuando se hace una licitación, las empresas tienen que aportar un 5% del valor del contrato como fondo de garantía para la ejecución del mismo. Ese 5% del contrato anterior, que estaba valorado en 3 millones de euros, son unos 150.000 euros que tiene la Junta de Distrito de Arganzuela en su poder. La Junta, además, ha retenido los dos últimos pagos de las facturaciones de mayo y junio a Educo, la empresa dirigida por Juan Carlos Gómez Sánchez, y, por tanto, estamos hablando más o menos, no puedo decir una cifra exacta, pero vamos a redondear en unos 200.000 euros que la Junta tiene ahora mismo en su poder”.
En todo caso, ¿qué va a hacer el Ayuntamiento con ese dinero? No se lo va a devolver a Educo, dado que hubo una mala ejecución del contrato, y tampoco le va a pagar esas dos facturaciones para evitar un mayor desfalco. ¿Entonces…?
Movilización vecinal y de la oposición política
Los cursos y talleres del Ayuntamiento de Madrid son muy valorados por la población. Por regla general, cuentan con un excelente profesorado, muy competente y cualificado –en términos generales- y la actual situación ha originado un gran desasosiego en distritos como el de Arganzuela, que cuenta con más de 153.000 habitantes.
En tal sentido, y aprovechando las fiestas locales de La Melonera, diversas organizaciones se han unido a una manifestación en la Casa del Reloj –sede de la Junta de Distrito- para el próximo 4 de septiembre. Dichas organizaciones han invitado a los afectados por la quiebra de Educo a formar parte de su manifiesto con sus reivindicaciones propias –no solo por los talleres culturales- junto a las de los trabajadores y afectados.
“La continuidad de nuestros talleres culturales está en riesgo. ¡Miles de vecinos, jóvenes y mayores, sin actividades esenciales!”, dice la convocatoria, en la que se exige que “nuestros talleres culturales comiencen en octubre y defender nuestros 93 puestos de trabajo. ¡No podemos esperar más! Luchamos por la cultura y por nuestros puestos de trabajo”.
El asunto ha llegado a la oposición municipal, PSOE y Mas Madrid, que ya están preparando sendas preguntas para el pleno municipal.
Por su parte, entre los alumnos inicialmente admitidos y ahora “denegados” está corriendo un escrito de protesta para presentarlo en el Ayuntamiento. La situación es tan explosiva, que el coordinador del distrito, José Herrera de la Morena, ha convocado sendas reuniones para el 2 de septiembre, con los trabajadores afectados, y para el 3 de septiembre con representantes sindicales. Pero hay quien cree que se trata de una simple maniobra justo antes de la manifestación vecinal y del Pleno, que promete ser muy polémico.