Saulo, Saulo por qué la persigues

Pablo Iglesias.

Lo habían advertido las escrituras: Saulo trotaba a lomo de mulo, cuando cegado por una prístina luz blanca y, por qué negarlo, deprimido porque ese día había recaudado poco, cayó abatido del mulo. Molesto por la situación, se dirigió a los Corintios y les escribió: “Aunque habléis el idioma de los ángeles”, si no me amáis no sois nada. Los Corintios, gente muy agradable que lo mismo recogen pasas en su tierra que percebes en Galicia, contestaron: “contigo hasta la muerte, camarada, pero ni un paso más”. Y abandonaron la prístina luz blanca que irradiaba Yolanda Díaz.

Hasta Monedero, experto tanto en destrozar organizaciones como en recaudación, del Manzanares al Orinoco, advirtió que será mal negocio y que sería mejor aguardar a vengarse.

El progresismo realmente existente, que ya ha mostrado que no tiene más compromiso que las necesidades de Sánchez y que la estabilidad política les importa poco o nada, se presentará en Galicia con cuatro candidaturas (PSOE, Bloque, Sumar, Izquierda Verde).

“No hay cama pá tanta gente”, afirman en Ferraz que se temen lo peor. Dicho lo cual se han puesto a animar a Abascal a repetir alguna burradilla y un paseo de ninots falleros de esos que dan votitos al PSOE y erosionan al centro derecha.

El discurso de campaña del progresismo y la izquierda de verdad verdadera ha saltado por los aires. El negocio, se ve venir, consistirá en darle patadas al PP en el culo de las muy variadas izquierdas. Todo en orden.

Es bien cierto que al actual panorama político en el que Sánchez se ha metido y nos ha metido al personal de izquierda es endiablado. Primero, un debate en el eje España o plurinacionalidad, no nacido de la concordia sino de la compra de escaños, es lo peor que le puede pasar a la izquierda, en al menos una parte del electorado que empieza en un millón, pero no se sabe dónde acaba. Ya lo dijo, en su día, Bescansa, antes de ser apeada de la caravana de mulos y de que los resultados le dieran la razón…

Ahora bien, cabe preguntarse: ¿Saulo, Saulo, por qué la persigues?

¿Está Pablo Iglesias realmente ofendido por los feos a Irene? ¿No se ha curado del correctivo que supuso el “ayusazo”? ¿Ha sido superado por su ego? ¿Cree aún en el populismo?

En realidad, Pablo ha perdido, si alguna vez las tuvo, sus ideas de izquierda, para pasar a ser, simplemente un antisistema. Defensor de una sociedad funcionaria, en la que el trabajo, fuente de valor, ha sido sustituido por la asistencia, que finalmente no se podrá pagar por impuestos, ha convertido a su formación en un simple portavoz del postmaterialismo progre sin futuro.

Sólo la debilidad del Estado, la ensoñación de Albert Rivera y la disposición del PSOE sanchista a hacer virtud de cualquiera de sus necesidades de poder, nos regaló una presidencia construida para partir a la izquierda en más rodajas que un salchichón.

El error, sin duda, es que si la historia se repite, lo dijo Marx, tan querido al que deseaba “asaltar al cielo”, frase también de Marx, la segunda vez lo hace como comedia.

Antes divididos que de izquierda. Ésa es, al fin, la propuesta del progresismo realmente existente, más pensado para la alianza de administración de escaños que de contenidos. Esto es lo que los galegos y galegas van a recibir.

Que Lois se quede más sola que una marisquera en mes de parada biológica. Que Podemos se quede fuera del parlamento. Que el PSOE le haya regalado a un adversario electoral (el Bloque) motivos electoralistas, creyendo que perjudicaba a la derecha. Que el Bloque no haya olvidado la penúltima traición de Yolanda Díaz. Éstas son las razones que el personal de izquierda galega tiene encima de la mesa.

Esto, empero, no es importante. Lo es más que se percibe que la llegada a tierra firme de Sánchez, una vez que volvió de “o carallo”, nos lleva a una agenda política que ha dejado las políticas de izquierda donde estaban.

Quien gana es el nacionalismo, sea supremacista, conservador o radical populista. Un magma donde la izquierda no nada de nada.

A la mayoría, las inquinas de Pablo Iglesias con la prístina luz se nos da una higa. El destrozo aparenta a ser notable. En febrero les contaré si me he equivocado, pero si la alternativa al centro derecha es el Bloque, la mitad de Galicia se queda fuera. Un acierto de Pablo y su mulo.

 

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