De Otegui a Waterloo, pasando por Pamplona: normalización
Cuídate de tus amigos, le han dicho al oído a Pedro Sánchez. Mientras Moncloa parecía cuidarse de anestesiar el cabreo social y de anunciar derechas extremas en cien pueblos, de Algeciras a Estambul, alguien en la misma Moncloa ha susurrado una pregunta: ¿y si el problema fueran nuestros amigos?