Que la sangre altera
Tendría que comentarles que “la primavera la sangre altera”. Pero como no hay primavera sino seco verano adelantado, no tenemos a quien echarle la culpa: son solo ganas de tocar las narices.
Tendría que comentarles que “la primavera la sangre altera”. Pero como no hay primavera sino seco verano adelantado, no tenemos a quien echarle la culpa: son solo ganas de tocar las narices.
Salvo la ministra González Laya, en particular, y el Consejo de Ministros, en general, todo el mundo entiende el cabreo de Marruecos con España por el tema del Sahara Occidental y la acogida en secreto del dirigente polisario Brahim Gali. Cuando el entonces vicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias tuiteó lo de la “libre determinación del…