Sánchez sucumbe al síndrome de Amok y liquida a sus más fieles colaboradores que le hicieron el juego sucio
Pedro Sánchez ha notado el efecto demoledor de las temperaturas veraniegas, y en un sábado de calor insoportable en la Moncloa se ha hecho a sí mismo una enmienda a la totalidad: en un inusitado síndrome de Amok –locura malaya con asesinato múltiple- se ha cargado a los personajes que mejor le sirvieron haciéndole su…