Seguro que Pablo Iglesias -que ha leído mucho más, sin duda, que Pedro Sánchez y que es infinitamente más listo y documentado que éste- conoce a la perfección la obra de John Milton, ese gran poeta y filósofo inglés que vivió entre 1608 y 1674 en la convulsa Inglaterra de las guerras civiles. Al fin y al cabo, Iglesias se licenció en Políticas y Milton entra plenamente en esa categoría.
A John Milton muchos le conocen sólo, o más especialmente, por su gran poema épico El paraíso perdido. Una obra magnífica, una auténtica joya (dicho sea sin tópicos-típico-prácticos) de la literatura universal.
Pero Iglesias seguro que sí sabe que, además, Milton era un republicano inglés que, como James Harrington y Algernon Sidney, admiraba la antigüedad e idealizaba la república aristocrática en su forma de la Grecia clásica (como Aristóteles, así que no confundirse ni enredarse con estos términos).
Pero Iglesias, ese ‘Lenin a lo menudillo‘, seguro que también conoce el folleto Areopagítica, o por su título completo, Areopagitica: A speech of Mr. John Milton for the liberty of unlicensed printing to the Parliament of England, cuya traducción es: Areopagítica: Un discurso del Sr. John Milton al Parlamento de Inglaterra sobre la libertad de impresión sin censura. Milton lo escribió en 1644 y en él hace una defensa a ultranza de la libertad de prensa.
No en vano a ese folleto se le considera la más bella argumentación contra las estupideces y futilezas de la censura.
La censura… la misma que impuso Franco, la misma que impusieron por las armas Lenin, Stalin, Hitler, Goebbels, Moussolini, Pinochet, Castro…; la misma que quieren instalar ahora en España Iván Redondo, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.
Cosas veredes, Sancho, que dijo el genial Don Alonso Quijano.