Campaña (6): De la lista más votada al Tezanismo realmente existente

En la biografía de este cronista hay episodios relevantes, no se crean ustedes. Por ejemplo, en un momento era un servidor tanto coordinador de la Presidencia de Izquierda Unida como responsable de su política autonómica.

En aquel momento, se hizo pública políticamente, por primera vez, la propuesta del gobierno de la lista más votada. Sí; lo han adivinado: la propuesta la hizo el PSOE a nivel local y autonómico, le molestaba tanto pactar con IU como soportar algunas “pirulas” que levantiscas organizaciones locales de IU producían en algunas elecciones, apuntándose a la incipiente “pinza” que entonces se sospechaba.

En aquel momento, el cronista firmante escribió un artículo que se titulaba (publicado en Diario 16, pueden buscarlo) “Un cambio de régimen”.

Efectivamente, el criterio de la lista más votada limita las capacidades de control de la oposición, anula la constitucional moción de censura, corrige aún más la proporcionalidad que el propio sistema electoral incluye.

Impide, también, la generación legítima de coaliciones y alienta el bipartidismo. Un sistema de lista más votada conduce a un sistema mayoritario y, necesariamente, a segunda vuelta electoral. O sea, un cambio de régimen electoral constitucional.

Otra cosa es el “gobierno sin extremos” que no deja de ser una coalición pasiva por parte de quien deja gobernar o establece cordones sanitarios (del PSOE al PNV, además de la izquierda de verdad verdadera).

La contaminación populista de la política española, tanto a la izquierda como en la ultraderecha, puede aconsejar estas estrategias que, en otros países menos sectarios, puede resolverse con coaliciones entre partidos mayoritarios.

Cuando el pluralismo se asentó en la política española y el bipartidismo se hizo añicos, los viejos socialistas proponentes del asunto dejaron de proponer la medida y los nuevos la negaron con un “no es no”. Cosa que han repetido ante las últimas propuestas del PP, por supuesto poco inocentes.

La paradoja es que la izquierda no puede negar a la derecha el derecho a la alternancia. Que ésta pueda ser dolorosa no cabe duda, si añade a VOX en el tique. Pero se debería manejar el argumentario antes que la amenaza que, por cierto, parece haber sido descontada por el electorado en casi toda España.

Naturalmente, estas son preocupaciones diletantes. Porque el oráculo ha hablado, y frente a todas las casas de encuestas (que Sánchez y el PSOE han denunciado ante la Junta electoral como si fueran casas de apuestas, en otro exceso retórico) afirma que la izquierda va a ganar.

De los mismos productores de somos los guardianes de la verdad llega ahora todos se equivocan menos nosotros. Camaradas, dedicad un minuto al discurso, escribir un par o tres de folios. Por favor, abandonen a Tezanos.

Tezanos ha venido a realizar lo que probablemente será su última contribución a la causa: el PSOE será el más votado y gobernará la izquierda. Cosa que no afirma nadie, ni siquiera los amigos poseedores de la verdad del Señor Sánchez (encuesta de Prisa y la SER, por un poner).

Lo de Tezanos se está tratando como un chiste. Sin embargo, cuando un Instituto Público interviene reiteradamente en las campañas electorales y lo hace, como en el último caso, insultando a la inteligencia y a la ciencia, es para molestar al lector del barómetro público.

Alguna vez les he comentado aquí que el problema del Tezanismo realmente existente es el persistente sesgo a la izquierda de sus muestras, que invalidan sus resultados. Un par de veces es posible: podría haber ocurrido que el paso de encuestas presenciales a telefónicas arrastraran este sesgo, pero dejar que el error se repita revela sólo un intolerable interés político.

El último barómetro es especialmente grosero. Bienvenidos al reino de las incongruencias, los sesgos sociológicos y el malvado diseño de muestras.

A la pregunta de si a ustedes les va bien en economía, el 69,3% responde que bien o muy bien. Sin embargo, preguntados por España, la respuesta es que a la sociedad española le va mal o muy mal, según el 54%, de los votantes.

De lo que se pueden deducir dos cosas: o Tezanos solo entrevista a ricos o la encuesta es incongruente. Cualquier encuesta se diseña, quien las encargó lo sabe, con preguntas de control para evitar que el encuestado o la encuestada se comporte incongruentemente, se engañe a sí mismo o a quien le encuesta.

Más incongruente es el barómetro del CIS cuando el tezanismo se dispone a dibujar España. Señoras y Señores, les presento a un país más de izquierdas que la Unión Soviética.

Preguntados por el autoposicionamiento ideológico (1 extrema izquierda, 10 extrema derecha), resulta que en España somos de izquierda y extrema izquierda (1 a 4) el 43,3% de la ciudadanía, siendo mayor la parte que se apunta a la extrema izquierda. De centro (posiciones 5 y 6) solo hay un 28% y de derecha y extrema derecha hay un 24%.

Cifras que hubieran espantado a cualquier dirigente del viejo PSOE, dado que esas cifras solo son posibles con un desplazamiento del PSOE hacia el radicalismo casi podemita. El centro izquierda parece huérfano, según Tezanos, que probablemente se miente a sí mismo, a sus encuestadores y a su partido.

No sólo es evidente que España no tiene esa composición social. Y, también, que Tezanos no sólo entrevista a los ricos, sino que, según la muestra, parece entrevistar a los ricos de extrema izquierda. O quizá es que los de derechas no le cogen el teléfono. Absurdo encuestador el caballero.

La incongruencia es que, con esa composición social y anunciando la victoria de Sánchez, a la pregunta si usted confía en el presidente, resulta que el 61,5% del electorado afirma que poco o nada. Será que Tezanos opina que Sanchismo significa mentir y que la ciudadanía lo acepta. Así que el prócer, según Tezanos, puede mentir o cambiar de opinión cuanto desee.

Toda esta incongruencia se explica cuando se detalla la muestra seleccionada. El 86,1% afirma haber votado en 2019: falso, solo votaron el 66,23%. Como en aquel momento la izquierda estaba más movilizada, pueden calcular quién ha sido seleccionado para ser preguntado.

Efectivamente, el sesgo de la muestra a la izquierda resucita: dicen haber votado al PSOE el 31,2% (le votaron el 28,2), es decir una prima al PSOE de tres puntos. A Podemos dicen haberle votado el 13,8 (le votaron el 12,9). Una prima de un casi un punto. Sesgo que se resta al PP y VOX, al PP Tezanos le quita de la muestra un punto y 9% a Vox.

Con una muestra tan lejana a la verdad no es de extrañar los resultados que se obtienen. Y que la propuesta del instituto público produzca chistes.

Por otra parte, es evidente, leyendo la primera página que se ha encuestado más allí donde el PSOE tuvo y hoy tiene menos.

Mientras el error muestral en Andalucía es del 3,7% en la mayoría de las Comunidades esta entre el 6 o 10%. Eso se llama dar información relevante al amigo.

Demasiada incongruencia, demasiado sesgo y demasiada afrenta a la estadística para tomarlo como un chiste.

El tezanismo realmente existente necesita una pasada por la regeneración. Y, francamente, se me oculta porqué la izquierda necesita tales enredos, con explicar el estado del bienestar antes nos valía.

 

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