Un espectro recorre Europa, el fantasma de Ione Belarra (o quizá debiera decir “la fantasma”, es que el lenguaje inclusivo, a veces, es equívoco). No; no la temen “el Papa” (se ha hecho de Yolanda), tampoco “el Zar” (Ione es de Putin), “los radicales franceses” se ocupan de lo suyo y “los policías germanos” sólo se ocupan de Greta. Vaya por Dios, Ione, Marx se olvidó de quién debe perseguirte.
Quizá Ione debiera tener miedo del Gobierno que, Marx también lo avisó, “es el Consejo de Administración de los negocios de la burguesía”. ¡Oh, cielos Ione es de ese Consejo!
No vengo aquí a defender a Roig ni a ninguno de los “millonarios industriales”. Ellos tienen “ejércitos de médicos, juriconsultos, poetas y hombres de ciencia, a los que han convertido en jornaleros suyos”.
Hay que decir que la burguesía “ha sido revolucionaria”, también lo dijo Marx, disolviendo todas las antiguallas (desde el medievo a la mística). Con quien se comportó “sin piedad” la burguesía millonaria fue “con los lazos y cultura del feudalismo”.
Fíjate si eran modernos que afirmaban, de acuerdo con Marx, que “la estrechez y el particularismo nacionales resultan de día en día más imposibles”. De dónde resulta no sólo que los marxistas no son nacionalistas, sino que la burguesía, si marxistas nos ponemos, Ione, es más explotadora que despiadada.
Pero no nos perdamos en la semántica marxista, esa ya me la estudié cuando era más joven que Ione, que ya va tarde en la cosa ideológica.
Primer consejo que te voy a dar, así gratis, camarada Belarra: el electorado no escucha ideologías, las campañas electorales no van de principismos. Las campañas no van de paternalismo industrial, tipo te pongo un economato. Va de medidas realistas y creíbles para bajar precios u otras cosas.
Por cierto, que, siendo capitalistas quienes contratan y, por supuesto, explotan, me atrevo a recordar la desaparición de cien mil autónomos este año, ya sé que no son obreros y no os preocupan, y que se están cerrando más empresas de las que se abren. Es lo que tiene no haber pasado del Manifiesto y el Capital, que se ignoran las actualizaciones que los marxistas han ido haciendo de su pensamiento.
Por ejemplo, no sólo el trabajo productivo añade valor, afirmación que quitaría de en medio a todo un sector financiero. Problema que los marxistas no actualizados siempre han tenido con el dinero y su funcionamiento.
Eso sí, los millonarios persisten. No te voy a quitar la razón: nos quedan unos cuantos que viven “en el agua helada del cálculo egoísta”. Estos que se reúnen en Davos y a los que Sánchez visita (es que Madrid queda muy cerca y no se usa el Falcón).
Por otro lado, estimada Ione, y éste es mi segundo consejo gratuito, habiendo tantos amigos de Ayuso en Madrid, con lo bien que queda insultar a la presidenta, vas a elegir al rico valenciano, amigo de Ximo Puig. Un error, que los barones son muy temidos en La Moncloa, en estas fechas preelectorales. Y lo mismo disputan por el agua que por un millonario.
Marx afirmó también cierto despiste entre los proletarios. “Los proletarios no combaten a sus enemigos, sino a los enemigos de sus enemigos”. Ya se lo comentó Bethan a Stuart Mill “más que amar a la mayoría oprimida odias a la minoría dominante”. Sospecho señora Belarra que es usted de estos.
Quiere decirse, estimada Belarra, que hay que saber quién es el enemigo. Mi profesor de contabilidad, poco sectario y culto él, hasta me dio una beca, afirmó en una ocasión que Lenin había asegurado que socialismo era electricidad y contabilidad. Confieso que dudo que Lenin apreciara la contabilidad, como se deduce de los planes quinquenales que ni el bueno de Oscar Lange ni el currante de Piero Sraffa pudieron arreglar con sus estudios.
Lo que quiero decir es que no se sabe si los supermercados son los culpables de la crisis de precios que nos aqueja y, menos aún, si el intervencionismo, el tope de precios o los economatos son la solución.
Hoy se ha publicado el IPC. Para empezar, diremos que se ha cambiado la metodología, así que las comparaciones serán más complicadas. Han incorporado el precio de la energía del mercado libre (ahora que es más baja que el regulado) y reducido la composición de la cesta de la compra. (Por ejemplo, se ha reducido en 4 puntos en el índice el peso de la alimentación). A pesar de ello, los precios siguen superando los valores anteriores.
Los precios que se refieren a la cesta de la compra crecen más que en diciembre. Yo ya les he dicho aquí que para saber lo que pasa habría que esperar al final del primer trimestre., Ya que todo empezó en marzo de 2022, en marzo de 2023 podremos evaluar lo que ha pasado.
Hay que decir que, según cifras del propio gobierno (enero a noviembre de 2022), en volumen, las importaciones de productos no energéticos ascendieron un 6,2% interanual, debido a que sus precios ascendieron un 18,1%. En materia de alimentación, bebidas y tabaco (11,9% del total y se incrementaron un 26,2% interanual). Es decir, estamos importando inflación. Se están forrando algunos de nuestros proveedores. Por cierto, el valor de los fertilizantes influye notablemente en la cesta de la compra.
No querré recordarles que la leche que ustedes beben es francesa o que los garbanzos de su cocido vienen a ser mayoritariamente chinos.
Otros números que quizá la ministra debiera considerar es el que deriva del círculo vicioso entre marcas blancas y salarios. España es el país europeo que más marcas blancas consume en Europa, recomendación que se hace a los consumidores españoles. Estos productos tienen menor margen y, por lo tanto, empeoran la calidad del empleo.
Por último, no se conocen las cifras finales de los supermercados en el conjunto del año, solo para el primer semestre. Conviene que cuando hablemos de beneficios, distingamos entre margen y beneficio.
Carrefour ha aumentado sus beneficios en un 0,6% y mantiene sus márgenes. Día sigue perdiendo dinero y su margen se ha reducido en un punto. Podemos decir que Eroski (de vascos no hablan los marxistas) ganaría al final de año más que el Señor Roig.
La cadena de Juan Roig gana 2,6 euros de cada 100 que factura, mientras Inditex e Iberdrola se sitúan alrededor de 10 y la banca, de 20.
Toda la cadena alimentaria, desde los productores (fertilizantes y piensos, por ejemplo), sufre de esa inflación. También los “mercas” que, por cierto, son en buena parte públicos y trasladan sus precios.
El marxista caso del capitalista despiadado lo que muestra es que el argumentario tiene alguna trampa (¿Por qué Roig, quizá porque en Valencia dan por desaparecido a Podemos?). O quizá es, simplemente, que las cifras no deben estropearte un buen mitin. Y mira que a Marx y los de su época les gustaban las cifras.
En fin, en tiempos de la postverdad lo que importa es el ruido.
*Las expresiones entre comillas pertenecen al Manifiesto Comunista, que el cronista, naturalmente, ha leído.