Los de entonces nos contaminábamos menos de populismos
Nosotros y nosotras, “los de entonces, ya nos somos los mismos”. Lo escribió Neruda y nuestros cuerpos suelen recordárnoslo con insanias de diverso tipo. Pero, como decía Ramon y Cajal, las arrugas que deben preocuparnos no son las del rostro, sino las del cerebro. No; los de entonces nos contaminábamos menos de populismos.