La banca pierde a la pequeña burguesía, pero atrapa a sus vástagos

Dos colas recorren las calles madrileñas: una, la llamada “cola del hambre” ocupa las aceras de los comedores. La otra, lo hace con la acera del Banco de España. La primera busca comida; la segunda, unas letritas del tesoro.

Los hogares españoles han incrementado su gasto en consumo un 4,3%, cuando su renta disponible se reducía casi un 5% en términos reales como consecuencia de la inflación. No hay milagro: la divergencia ha sido posible gracias a la utilización del ahorro, cuya tasa ya ronda el 3,6%, cercano al mínimo de la historia.

La diferencia en renta disponible entre el tercer trimestre del 2021 y el del 2022 fue del 19,3%, mientras el aumento del consumo alcanzó el 67,5%. Una situación insostenible que ya se ha notado el último trimestre: el gasto en consumo en el cierre del año fue claro: un -1,7%, dice INE.

Mientras los tres primeros trimestres, el ahorro crecía al 1,2%, en el último lo hacia la mitad. Mientras en esos primeros trimestres la deuda para consumir crecía, esta se ha reducido al final de año. O sea, poco ánimo, de lo que se deduce que el consumo arrastrará poco el PIB.

Y las familias necesitan liquidez y hacerle ganar algo a sus magros ahorros, para afrontar una inflación amenazante. Esta es la razón de las colas ante el Banco de España. Quieren Letras del Tesoro por una razón evidente: la banca no da rédito por los ahorrillos que van quedando, mientras a seis meses las letras del Tesoro dan un 2,8%.

Por cierto, mientras crecen a corto plazo, bajan a largo plazo, lo que indica cierta falta de confianza en el futuro. Esta mañana uno de los “colistas” se quejaba, ignorando las leyes de la oferta y la demanda: le parecía poco.

Pero menos da la banca, se consolaba. Y tiene razón: la banca española es la que menos da por los ahorros que usted tiene en su cuenta corriente en todo el mercado financiero europeo.

Hubo un momento en que las Cajas se nos llevaron 60 mil millones y la banca decidió convertirse en una institución inhóspita; exigirnos citas previas para manejar nuestro propio dinero; mientras despedía trabajadores y trabajadoras, decidió ser poco amigable y cobrar mucho y pagar menos. Eran los tiempos en los que se argumentaba que el dinero no valía nada y los “pobres” banqueros no hacían negocio.

De acuerdo con los últimos datos correspondientes a diciembre, las nuevas cuentas a la vista en la banca española se pagaba un 0,04% y en los depósitos un 0,64. O sea, el ahorro se pagaba un 0,22% de lo que paga el estado.

En la eurozona se paga de media un 70% más que en España, según los datos del Banco Central Europeo. Diferencia que explica lo básico: los accionistas están encantados, los beneficios serán mayores, pero los ahorradores se marchan.

Cuando el Euribor rondaba el 1%, la banca pagaba un 0,25% por los depósitos. Ahora, superado el 3%, llegan al 0,75. Eso es lo que llaman la “beta” de los depósitos, o sea, el choriceo bancario.

Los pequeños burgueses, que no son tontos, abandonan la banca y se ponen en manos del Estado. ¿Por qué a la banca no le importa, se preguntarán ustedes? Muy sencillo: ha atrapado a sus vástagos.

Jóvenes muchachos y muchachas de clase media caminan por otra cola más lamentable: la de los hipotecados pidiendo moratorias.

La subida del Euribor, por encima del 3,3% y cualquier rentabilidad de la deuda, ha convertido las hipotecas en una fuente fundamental del negocio bancario que, naturalmente, no ha compensado esa subida con una retirada de las comisiones que han sostenido sus márgenes en los tiempos en los que el dinero no valía nada.

La subida de tipos de interés no se nota en los depósitos, pero sí en el crédito. Ya ha habido un encarecimiento generalizado de las hipotecas, del crédito al consumo, y la tendencia irá a más en 2023. Así lo han reconocido los propios bancos, que proyectan un aumento de los márgenes de las hipotecas muy superior a la banca europea.

Razón que aduce, sin que al personal le escandalice, el gobierno para esperar sacarles tres mil millones de euros en dos años de un módico impuesto. Ellos no pagan al ahorrador, que nos lo paguen en impuestos. Es lo que tiene

Durante 2023 será menor el número de nuevas hipotecas por la subida de tipos. Además, también es posible que caiga el saldo vivo de capital hipotecado ya que, como antes dijimos, y el final de año ha ratificado, quien pueda reducirá su hipoteca.

Pasarse a las Letras del Tesoro suena a cosa antigua, viene a ser como José Luis López Vázquez haciendo cola para comprar acciones de Telefónica y llamando a Matilde para contárselo.

Luego dirán que no damos marcha atrás. Haciendo cola para comprar “matildes”. Pero, en fin, las cosas son como son: la banca pierde a la pequeña burguesía, pero atrapa a sus vástagos.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Time limit is exhausted. Please reload CAPTCHA.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.