Si hay un colectivo donde son necesarios los liberados sindicales y/o los sindicalistas esos son los cuerpos de seguridad, del Estado, autonómicos o locales. Cuando nacieron los sindicatos, los pelotas del mando, los meaperros, estaban en minoría y atacaban a los sindicalistas.
Hoy, dirigidos por JUSAPOL y JUPOL, son una mayoría del colectivo, aunque cada día menos porque ya ellos hicieron un sindicato, cosa que dijeron que nunca serían; están liberados, cosa que dijeron que nunca harían porque estar liberado es un crimen de lesa humanidad; ya están liberados y además cobrando noches, cosa que era peor que ser un pederasta; ya han reconocido su ignorancia, entendiendo que no pueden legalmente representar a los jubilados, y ya hace tres años, tres, que están legalizados y la equiparación salarial como ellos demandaban no parece que se atisbe en el horizonte.
Han forzado la máquina desde la ignorancia y han sacado a flote toda la basura que circulaba en el colectivo por las alcantarillas.
Justo es reconocer que por su movilización se ha producido una inyección económica con la que, actuando con justicia y no con demagogia, sí podían haber conseguido, los sindicatos, una justa equiparación salarial. No sabían dónde estaban y ahora, probadas las mieles del cargo, el poder y la liberación, eso que convertía en criminales a los de otros sindicatos, ya están actuando exactamente igual o peor que los peores liberados que hubo nunca en los sindicatos tradicionales.
Nunca en todos mis años de liberado sindical he visto difundir un documento con corta y pega como el que se ha visto en jornada laboral respecto de la Ertzaintza difundido por JUPOL. Jamás.
Cuestión de rigor y trabajo. Quienes han alentado ese discurso contra los liberados sindicales y los sindicalistas son ignorantes, analfaburros, puede que fascistas sin saberlo y no alcanzan el mínimo neuronal exigible a un funcionario público. Una vergüenza el nivel de la policía española que exhiben a diario.
- [Del libro que Sánchez Fornet está preparando. CONTINUARÁ…]