Seguro que hay más, pero nos puede servir el número seis para delimitar cómo se puede comportar la sociedad en general para luchar contra la lacra de la corrupción; una lacra que nos invade por completo y que cada vez se hace más necesario erradicar. O bien para definir una escala en la lucha contra la corrupción. ¿En qué nivel se colocaría cada uno?
- Como Fernando Urruticoechea, con más de 20 años denunciando, querellado por los corruptos que le piden 150.000 euros por descubrirlos, en solitario, con un gran coste personal, familiar y económico. Y como han hecho otras muchas personas que harían muy largo este punto. Las personas como Fernando deberían ser ejemplo a seguir y difundir su lucha contra la corrupción en las escuelas. Decenas de corruptos han sido condenadas y otras están imputadas por sus denuncias.
- Personas que llevan mucho tiempo denunciando a los corruptos, policías, guardias civiles, abogados, funcionarios… Que se unen para ser más fuertes y se organizan en instrumentos como el Observatorio de la Ciudadanía Contra la Corrupción (OCC), creado hace un año, al que dedican tiempo libre y trabajo de forma altruista y con un coste económico personal. Gente que no se resigna y luchará siempre por dejar a su hijos una sociedad más justa.
- Personas que colaboran contra la corrupción ayudando a que organizaciones como el OCC puedan existir. Se puede colaborar con una cuota desde 10 euros/año. Son el combustible que hace posible que los del punto 2 puedan mantener la lucha y ayudar a personas como Fernando.
- Personas que simpatizan con los que luchan pero que no pasan de elogiar su lucha, dar un «me gusta» o un retuiteo a sus noticias. Son los decentes cómodos, ven la «guerra» contra la corrupción con prismáticos y están de perfil, no podrán decir a sus hijos que hicieron nada por dejarles una sociedad mejor.
- Los indiferentes, son aquellos que no dicen nada, que callan, como si no fuera con ellos, seguros de que en su egoísmo individualista nunca van a precisar apoyo de nadie y que creen que no tienen que hacer nada para mejorar el futuro de sus hijos. Cómplices por omisión de los corruptos.
- Los que porque llevan la corrupción en sus genes, o se han beneficiado de ella, o por otras razones imposibles de explicar públicamente dedican toda su lucha a combatir, difamar, insultar y atacar a los que combaten a los corruptos. Este comportamiento es una práctica corrupta en sí misma y la mayoría de ellos lo hace por las redes sociales y desde el anonimato.
Tú decides: ¿en qué nivel te quieres colocar?