La virtud de irse a tiempo
Es factible que un Gigolo se presentara hoy en bermudas y con chanclas, con una camisa con mangas arremangadas, con botones abiertos, rematada por un chaleco. Probablemente, trabajaría oficialmente en algún programa de las mañanas de la televisión, hasta que se hiciera hora de ejercer. Era tiempo de irse, ha debido pensar Armani.