Sánchez decide no cambiar la hora porque cambiar la bombilla es mucho más complicado
España ha decidido que cambiar la hora es un engorro. Pedrito, en un gesto de audacia horológica, ha propuesto a la Unión Europea que dejemos de jugar al escondite con el reloj. Nada de “a las tres serán las dos”. Se acabó el jet lag doméstico. ¡Victoria! O eso parece… hasta que uno intenta encender…