Una ley imprescindible: mascotas veganas, ya mismo

Estimados y estimadas progresistas, atentos al cambio climático y ofendidos por la malvada civilización occidental, a veces el cronista no tiene más remedio que traer malas noticias. Se siente, no todo es felicidad en el paraíso. Ahora que acabáis de aprobar una ley de bienestar animal. Ahora que ya he hablado con mi gato que acaba…

Conversación de un hombre con su gato

El cronista sabe que ya es inevitable. Atenazado por el temor, ha estado posponiendo su necesaria conversación. Sabe que el tiempo ha concluido y la procrastinación, inútil: pronto llegará la comunicación oficial y su interlocutor debe conocerla de antemano.

Vacas, sindicatos y otras menudencias

Hay un proyecto de ley de Bienestar Animal que traerá cola y que ya ha dado lugar a situaciones esperpénticas como la que no se puede hablar de “animales de trabajo” pues “para que un animal trabaje tiene que tener conocimiento de que esté trabajando e incluso la posibilidad de sindicarse”.