Sin palabras no hay verdad ni historia

El tecnocesarismo será la forma política de la modernidad tardía. La parte “tecno” la ponen oligarcas que pergeñan la esfera digital. El cesarismo corre a cargo de líderes locales, cada vez más populistas y autócratas, que ansían romper las reglas democráticas. Como decía la publicidad de uno de esos monopolistas: “Rómpelo todo, rómpelo rápido”.