La banalización de la violencia y el éxito de los que odian mejor
La cobardía de las manadas, en el último caso madrileño contra un homosexual, no tiene justificación, y si me apuran, ni explicación. Horas después de publicar este texto, el afectado declaraba haber consentido la aparente agresión. Lo que hace todo más confuso. No obstante, que esta agresión sea falsa, hay otras abundantes que no desmienten…