Vacances Catalanes (2023): “Que farem sense bàrbars”

Observo cierta preocupación en la esquina de la “guingueta” (apréndanselo de una vez, que se acerca el día) donde se aposentan los guardianes de la república que no existe. No sé si preparan alguna acción unilateral o están haciendo inventario de los contenedores que quedan en Urquinaona o lo que sea que hagan los guardianes republicanos en verano; sea como fuere, aparentan preocupación.

El señor del chiringuito, con ganas de hacerme la pelota desde que me robara con la lubina, me dice: susurran algo de loúis bárbaros.

Y entonces lo entiendo: con Meloni poniendo impuestos a la banca, cual si fuera de la CUP o de los Montero, de los Montero de Hacienda; con Abascal diciendo que no quiere ser vicepresidente ni estar en el Gobierno y con los de Vox de capa caída y en manos de falangistas y la guerrilla cultural que no espanta a nadie, nos quedamos sin pretexto.

Kavafis hizo la profecía: “I ara què serà de nosaltres sense bàrbars: aquestes persones fins i tot eren una solució”: Qué será de nosotros sin los bárbaros, al fin y al cabo eran una solución.

Sin trifachito ni política del miedo, los que asustan son las compañías del fantasma de Waterloo y sus plurales aliados y acompañantes que, desde Bilbao a Bélgica, no dejan de pedir.

Nuevos estatutos (el retorno de la larga sombra de Ibarretxe nos amenaza), troceo de la Renfe o la Seguridad Social, milloncitos al peso, quita de deudas y sistemas de financiación que pagarán madrileños o andaluces, por un poner. Hasta los gallegos se han apuntado a los de no hay “cheque en blanco” y quieren un nuevo estatuto.

Hay cabreo en las huestes de la república que no existe. Los conservadores del Tribunal Constitucional han aprovechado las vacaciones de los progresistas para dar por buena la detención de Puigdemont. O sea, que no hay manera de que el Gobierno arregle lo suyo con la rapidez del rayo necesaria.

Pero, en fin, “qué farem”, se conforman con que una pandilla de chavales le ganara ayer al Tottenham. Eso sí, por ahora no podrán inscribirlos en la Liga, aunque Tebas, amiguete de Roures, siempre atento servidor de la república que no existe y el gobierno, está buscando la manera: “Tranquil, Joan, Tranquil”.

Algo triste parece el panorama político. En realidad, el personal, diga lo que diga Rufián, por cierto en horas bajas, no fueron votados para influir sino para ser minoría, a la vuelta les haré los números que corresponden.

Con el gobierno pendiente de un hilo, las amenazas de los de Waterloo soplando en la nuca de Aragonés, todo depende de a quién le salva el culo Pedro, que siendo líder de un bloque, que no de partido, según dijo en la noche electoral, tiene en sus manos salvar a uno u a otros.

El mar está hoy en calma, el sol nos alumbra, la temperatura sobrepasa lo normal, la gente gasta menos de lo que se esperaba, con los precios realmente existentes, abundan las neveritas playeras y la gente en los supermercados.

No se esperan aguas agitadas hasta que Pedro regrese de donde sea que hoy esté y nos lance la adecuada proclama. Tiene que ser antes del diecisiete, hasta la liga empieza antes. Hasta la señora de Sumar que no sumó se impacienta, pero es que desconoce el secreto.

Mientras tanto en la “guingueta” solo se oirá un rumor descorazonado. “I ara què serà de nosaltres sense bàrbars: aquestes persones fins i tot eren una solució”.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Time limit is exhausted. Please reload CAPTCHA.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.