Este país no es serio. No lo es porque la mayoría de los ciudadanos no lo son. He escrito hasta la saciedad que no hay más ciego que el que no quiere ver. Y vuelvo a lo mismo, una buena mayoría de los ciudadanos no quieren ver.
Oyendo y leyendo los medios de comunicación de la izquierda, veo con tristeza que todos ellos han perdido la dignidad. Para ellos la responsable, única, de la pandemia en «toda» España es Ayuso, la presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid.
No voy a caer en el error de exonerarla de toda culpa, tampoco voy a exonerar a Rajoy, aunque lleve dos años retirado. Evidentemente yo no tengo los ojos vendados por ideologías políticas, mi principal crítica la dirijo a la gestión, pero me desconcierta que medios públicos no repartan, o intenten hacerlo, desde la responsabilidad constitucional de informar de forma veraz, las responsabilidades a cada cual.
Para estos medios el gobierno lo ha hecho todo bien, es imposible oír o leer en ellos una crítica. Pero sí denunciar a responsables, sobre todo si son del PP. Es precisamente esa actitud la que me hace pensar que son tan ineptos que ni siquiera son capaces de autoanalizarse.
En una crisis del tamaño de la que hemos tenido todos, hasta el último ciudadano, tiene alguna responsabilidad, aunque sea la de no lavarse las manos varias veces al día.
Hay un dato que no falla. Cuando en una reunión alguien pregunta ¿quién se ha tirado un pedo?, al tiempo que va escrutando con mucha dignidad los rostros de los demás a ver si descubre al autor del oloroso desaguisado; lo más probable, estadísticamente hablando, es que sea él y trate de ocultarse siendo el primero en denunciar. Pues bien, esta es la sensación que me transmite el gobierno.
¿Ustedes han comprobado que cuando hay una desaparición o un asesinato, el que primero sale en la tele llorando e instando a los vecinos a buscar al responsable luego resulta ser el autor?
Pues eso.