El acompañante sigue dando saltitos

Félix Bolaños sostiene que él es el mensaje. A diferencia de aquel tal Iván que prefería que su relato fuera portado por el prócer. Por el contrario, Bolaños lo mismo es víctima en Guernica que Mameluco en la Puerta del Sol. Lo mismo anima manifestaciones en la Casa de Correos que aspira a ser visto en púlpito ajeno.

El Sr. Lambán, presidente de Aragón, al que le tienen ocupada la sede del Pignatelli, desde que se mostrara crítico con Pedro Sánchez, afirma que una presencia ministerial en un acto de Comunidad Autónoma no es fundamental. Así no hacemos federalismo, precisamente, habrá pensado mi paisano el presidente aragonés.

Ramon Pignatelli, de los ilustrados de Carlos III, persona influyente, constructor de famosos canales y de Casas de Misericordia, donde hoy se encuentra el despacho de Lambán, era, también, afamado experto taurino, cuya aprobación era requerida por los maestros.

Se cuenta que, en una recepción, un diestro no dejaba de hacer gestos para ser reconocido. Pignatelli le dijo: ¡Ah, veo que sigue dando usted saltitos! Así se recordará a Bolaños: dando saltitos para subir al tabernáculo.

Eso mismo es lo que ha pensado Lambán que ha visto como la malvada Ayuso situaba a Bolaños a las faldas de Margarita Robles, convirtiéndole en un simple acompañante. No se le ha visto a Margarita un gesto de solidaridad con el acompañante, dicho sea de paso. Tanto le gustan las señoras empoderadas que la señora Ayuso le ha dado ración doble.

Bolaños, el más listo del año. Le ha regalado a Ayuso una de las cosas que más le gusta: un conflicto con el Gobierno de Sánchez. Pedro, aprovechando una de las dos veces que se sube al Falcón al día, seguro, le ha enviado a Félix (me refiero a Tezanos) un mensaje: hazle una encuesta a Ayuso que le ponga nerviosa.

Un castiguito en modo de sondeo que diga, por un poner, que la izquierda le va a ganar. Notable criterio, muy movilizador del votante del PP y que castigará a Vox, dándole una mayoría absoluta a la Señora Ayuso, que me lo veo venir.

Siendo “Dos de Mayo”, y habiendo la clase obrera pronunciado el día antes, no teníamos nada de qué preocuparnos, salvo de los empeños de Bolaños.

Los que somos madrileños y madrileñas, pues aquí vivimos, no tenemos problema alguno: ni colapso administrativo, que impide a los vulnerables obtener documentos; tampoco hay problemas de precios; ni la Sareb tiene vivienda, ni los precios bajarán con la Ley. Pero no. Lo que importa es quién ocupa lugar bajo palio.

Para qué debatir el asunto, pudiendo disputarse la presidencia de un desfile. Ya saben: es lo del huevo y el fuero. Bolaños no tenía fuero, pero quería poner huevo.

Ya lo dijo el filósofo (Berkeley), que no tenía idea de lo transcendente de su afirmación: “Esse est percipi”; o sea, solo existe lo que se ve. Y a Bolaños solo se le vio peleando por subir al escenario, porque si no le ven no existe.

Ignora el prócer una máxima fundamental de la comunicación que, por cierto, conocemos los del Real Madrid y podíamos contársela: quien pone el escenario es dueño del espectáculo. Bolaños se ha visto reducido a su condición de figurante.

Ayuso no sólo ha designado a la ministra que le mola. Sino que ha puesto a su jefe en el tabernáculo –por si acaso, que nunca se sabe qué puede pasar con los líderes propios que igual acaban mandando-.

Una vez sabido que estaba entre señoras empoderadas que respetarle le respetan poco, incluida la propia, Bolaños hizo esfuerzos por hablar con Lobato, líder socialista madrileño, que anda peleando votos no con la derecha sino con la otra izquierda.

Mónica García, brazo madrileño de la izquierda chanel y con riesgo de perder votos hacia el PSOE, tras diversos patinazos de la lideresa, con bono energético y chalé irregular, como si de la derecha fuera, vaya por Dios.

No se sabe si Bolaños querría ayudar a Lobato o a sí mismo. Hay quien cree que aspira a ser Califa en lugar del Califa cuando toque. Aunque ignora que los constructores de relatos caen con el correspondiente César relatado. Sea cual sea el relato, a él se le recordará como el que dio codazos para subir al tabernáculo.

Ayuso disfrutó del conflicto, salvo milagro ella camina hacia la mayoría absoluta. Por cierto, Villacís andaba por allí, pero nadie lo notó.

Qué hermosos problemas nos genera la política española. Uno de los más importantes es que la izquierda no quiere ganar Madrid, reiterando discursos que han sido, una y otra vez destruidos por los votos, incluidos los barrios que reclamamos para la progresía. La Ciudad de Madrid es indispensable para ganar la Comunidad. ¿Alguien conoce las candidaturas de la izquierda en la Ciudad? No; para qué.

Qué “2 de Mayo” tan patrio: “mamelucos contra castizos; afrancesados contra conservadores” Todo en orden, las derechas encantadas.

Estimado Bolaños: un héroe sin causa es insoportable, inventa problemas para intentar resolverlos. Mírate al espejo: eres el acompañante que sigue dando saltitos.

 

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