El extrarradio en el lado progre del muro

El ministro que coloca a socialistas en el extrarradio, Óscar Puente

El extrarradio es allí donde el mundo acaba y fenece el derecho a la belleza, donde ni siquiera los trenes miran y las piedras nacidas para ser catedrales se convierten en cascotes. El extrarradio es allí donde la ciudad de la palabra se sustituye por la ciudad de los odios. Es allí donde no encontrarás una rosa roja y un vino, sino hierbajos y ron triste.

Si el extrarradio está en el lado progre del muro es allí donde los conmilitones pasan a ser pandilleros. Ayer, definitivamente, el progresismo realmente existente se instaló en el extrarradio.

Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, afirmó que el PSOE se encontraba, a cuento de la amnistía, en el extrarradio de la Constitución.

Inmediatamente, el más rapaz de los pandilleros del extrarradio, Oscar Puente, le colocó en el extrarradio de su militancia. Porque los pandilleros conmilitones no expulsan, sólo disparan y luego te declaran autoexcluido.

En el extrarradio, si está “el Puente”, no hay refugio, sino tristeza. No hay palabra, sino sumisión. Hay “charcos” pero no lealtad.

García-Page lo sabía y se hizo en Fitur el discurso disidente y la foto del pecado.

El discurso disidente es como el que piensa mucha gente en la izquierda y no se atreve a decir, para no ser acusado de facha, de viejo izquierdista, de jarrón chino demodé. Las podemizadas agrupaciones socialistas guardan silencio, encofran sus dudas, porque sólo debe hablarse de lo que se hace, no de lo que se piensa.

No dirá más allá el presidente castellano-manchego, con seguridad. Pero ya ha pecado lo suficiente. Más aún, sonriendo con presidentes peperos, conviniendo maniobras financieras no consultadas con Puigdemont ni con Montero, de los Montero de Hacienda.

Dicen García–Paje y los presidentes de Murcia, Valencia y Andalucía que sus Comunidades están infrafinanciadas.

Y no les falta razón. Las cuatro Comunidades acumulan 3.277 millones para llegar a la financiación media.

Esta financiación media se refiere a lo que se llama habitante ajustado, es decir, la población por competencias comunes (incluidas los efectos de cálculo de población en sanidad, que responden a variables de edad distintas). Son datos de 2021 (el sistema de financiación se liquida con dos años de retraso, debido a la liquidación del IRPF).

El hecho de que otras Comunidades con menos ingresos tributarios tengan mejor financiación por habitante se debe tanto a las ineficiencias del sistema como a los efectos de la distribución de la nivelación: los recursos que algunas comunidades obtienen por encima de sus competencias.

Estos fondos de nivelación de nutren de Catalunya (2.168 millones, 8,67% de su recaudación); Madrid (6.313 millones, 24,23% de su recaudación) y Baleares (334 millones, 7,78% de su recaudación).

No, Catalunya no es la que más paga y su financiación por habitante es similar a la de Madrid. La vieja poesía financiera del igualmente viejo federalismo fiscal se ha desvanecido como lágrimas en la lluvia desde que todos hemos tenido acceso a la información.

Lo que los del pacto de Fitur reclaman es que, antes de empezar a hablar de cualquier unilateralidad e inexistentes balanzas fiscales basadas en criterios técnicos consensuados y cosas parecidas, se corrija esa desviación de la media. Una de las cosas que ha sentado mal a los socialistas no es que se queje García-Page. Es otra cosa.

Al gobierno le molesta que, de esos 3.277 millones de infrafinanciación, a Castilla-La Mancha apenas le corresponderían unos trescientos millones y unos cuatrocientos a Murcia. Pero valencianos y andaluces, hoy peperos de pro antaño del progresismo realmente existente, superarían, los primeros, mil millones y mil quinientos los andaluces. O sea, que García-Page le está haciendo el trabajo al PP. Demasiado para Puente.

Éste es el extrarradio en el que se ha instalado el Gobierno y el extrarradio al que han enviado a García-Page. El Gobierno, hoy fusionado con un PSOE silente, se dispone a aplastar toda disidencia, sin que sepamos, aún, cuales son las líneas rojas que nos faltan por cruzar.

Se poblará bien el extrarradio en el lado progre del muro: no importa que reine el desorden, nadie mira en esos sitios del fin de la tierra.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Time limit is exhausted. Please reload CAPTCHA.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.