El futuro de Pedro Sánchez pende de un hilo: lo fijarán Felipe González y Susana Díaz en «El Penitencial»

El tener en su haber como gran mérito haber superado a Alfredo Pérez Rubalcaba en el hundimiento electoral del PSOE no es para presumir, ni tampoco para esperar gracia del verdugo. El futuro de Pedro Sánchez no está ni en la ejecutiva ni en el Comité Federal: se va a dilucidar en la finca «El Penitencial», propiedad de Felipe González y a la que suele acudir con cierta asiduidad la presidenta de la Junta de Andalucía y lideresa socialista andaluza, Susana Díaz. El PSOE se prepara para afrontar una nueva ‘renovación’ que nadie sabe a dónde conducirá.

Con respecto a Alfredo Pérez Rubalcaba, el peor secretario general que ha tenido el PSOE en democracia hasta ahora y el candidato peor valorado a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez ha dado un triple salto mortal hacia el abismo y ha conducido al Partido Socialista al borde de la extinción. Él ha sido, personalmente, el que ha hecho esos magníficos fichajes, como el de la tránsfuga Irene Lozano -fichaje que ha hecho vomitar a miles de buenos socialistas-, el que ha planificado su propia campaña electoral, el que la ha dirigido y el que deberá asumir la derrota humillante que ha padecido el PSOE.

Porque, a pesar de que ha habido 683.383 participantes más que en 2011 (un 4,26 % más de participación) con menos votos nulos y en blanco; a pesar de todo eso y con respecto a Rubalcaba, que ya era malo de necesidad, Sánchez ha perdido 20 escaños (baja de 110 a 90) y 1.472.818 e votos (un 6,75 % que Rubalcaba). Es más, no puede formar gobierno ni con un tripartito -como pudo hacer Rodríguez Zapatero– sino que necesitaría un frente común de seis partidos (sextapartito). Es decir, la repera.

Con esos resultados, el futuro de Sánchez no es que penda de un hilo, sino que cuelga de una soga: la que le están preparando en «El Penitencial» Felipe González y la lideresa andaluza Susana Díaz.

Como se sabe, «El Penitencial» es una finca de caza de 120 hectáreas situada en la sierra de Guadalupe (Cáceres), valorada en un millón de euros, que forma parte de una finca matriz (El Común). La finca fue adquirida por Felipe González al constructor Joaquín Vázquez Alonso, de la empresa Spengler, además de haber sido socio de Mario Conde y gran amigo del emérito Juan Carlos I. Se da la casualidad de que Vázquez Alonso fue quien hizo obras en La Moncloa y recibió numerosas contratas públicas siendo González presidente.

Pero, lo que viene al caso es que la presidenta de Andalucía y verdugo en potencia de Pedro Sánchez, Susana Díaz, ha visitado esa finca en diversas ocasiones, según lenguas socialistas, para recibir las enseñanzas del maestro González, que aún dirige los hilos de la infrapolítica socialista.

En todo caso, dicen los socialistas que después del batacazo electoral del 20-D, Sánchez saltará en pedazos con la dinamita que le tienen preparada González-Díaz, pero que se llevará con él a muchos otros: empezando por su equipo de íntimos, con César Luena y Meritxell Batet a la cabeza, pero dejando explosivo suficiente en la peana de Carme Chacón, que se había adosado a Sánchez esperando su momento para dar el salto -aunque ahora el salto es al vacío-, y en el basamento del Partido Socialista de Madrid, lleno de inútiles, según medios críticos socialistas, que ha propiciado la espectacular caída del PSOE en la capital de España.

 

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