Al hilo de la polémica del 2 de mayo en la comunidad de Madrid con el ministro Bolaños, el líder en la sombra de Podemos y ex vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, dijo que Bolaños debía haber ordenado a sus escoltas que apartaran a la responsable de protocolo para acceder donde quería. Los escoltas hay muchas cosas que no pueden hacer y la principal es no ser matones del personaje al que protegen. Ese comentario sería suficiente para retirarle el servicio de protección. Si quiere escolta, que la pague él, Podemos o el empresario que lo contrata.
El escolta protege de agresión o atentado, pero no está a las órdenes de la persona a la que protege ni son empleados suyos. Quizás sea así en países con dictaduras comunistas o camino de ellas como Venezuela, Cuba, Nicaragua o Bolivia (donde vimos a Evo Morales ordenar a un policía que le atara los cordones de sus zapatos y el lacayo obedeció), pero no en democracias.
Ha sido noticia también que escoltas de Pedro Sánchez han identificado a ciudadanos en la universidad de Alicante, exigiéndoles que acreditaran que eran afiliados al partido para acceder al mitin. Esa tarea no es propia de escoltas. Un policía no puede hacer de portero o controlador de ningún acto de un partido político. Y aunque vayan los escoltas, estos deben centrarse en proteger al presidente, ministro o autoridad encomendada y ese control de identidad deben hacerlo personal de seguridad del partido que lo convoca.
En Córdoba, Patxi López va de visita turística a una exposición floral y desprecia a las personas que llevaban más de una hora esperando en cola y se cuela. Es increpado y su escolta (éste creo que del partido) se encara con quienes rechazan a gritos su comportamiento indigno de no respetar a los ciudadanos con más derecho que él porque llegaron antes para entrar al lugar que visitaban. Pero, bueno, si se inventan actos oficiales del Gobierno en el sitio donde el presidente tiene un mitin de su partido para que acuda en falcon, se sabe y no pasa nada, es que el nivel de putrefacción de nuestra democracia sería insoportable en cualquier democracia. En esto como en otras muchas cosas (agenda 2030) por lo que conozco desde hace 43 años, PSOE-PP la misma cosa es.
En España sobran el 95% de los escoltas. Es una reminiscencia del terrorismo que se ha utilizado para tener coches, protección, Palacios, fondos reservados y seguridad en cientos de políticos que no deberían tenerla desde hace muchos años. Y hay coches oficiales y escoltas en comunidades autónomas y ayuntamientos. Hay más coches oficiales y escoltas que en todos los países de la UE juntos. Somos en esa materia, como en otras, una vergüenza. Se ven jefes de Estado de democracias europeas y primeros ministros viajando en tren desde sus domicilios a los despachos sin escoltas o en bicicleta. Es otra forma de entender la democracia, aplicar el principio esencial de austeridad y el de predicar con el ejemplo.
Existe un clima social negativo contra políticos del Gobierno. Algunas leyes aprobadas (Memoria Democrática, Ley Trans -facilitando a niño/as de 12 años tomar decisiones que pueden arruinar su vida-, del “sí es sí” con las consecuencias conocidas, el ecologismo radical y la excusa del cambio climático para castigar a los más pobres con las ZBE en el centro de las ciudades), los problemas del agua, siempre pendiente, la falta de atención a agricultores y ganaderos, la alianza con independentistas y Bildu rebajando la malversación, los indultos a golpistas o acabar con el delito de sedición han crispado la sociedad. Y las medidas acertadas (subida del SMI) no equilibran la balanza.
He conocido anécdotas de todo tipo con escoltas. Políticos que los tratan como escoria (de PSOE y PP) y escoltas serviles que actúan como criados y lacayos que no saben cumplir su función. He conocido a ministro de Justicia que siempre iba fumando puros en el coche oficial; un escolta desplazado desde Granada abría un poco la ventanilla, el ministro le dijo que la cerrara porque le molestaba el aire y el escolta le dijo que no mientras fuera fumando puros. Fue relevado.
Supe de una policía escolta de la infanta Cristina a la que relevaron porque llevaba una pulsera con los colores de la bandera de España y al parecer eso en Barcelona no era políticamente correcto. Fue relevada. Supe de un escolta que pidió el relevo porque era acosado por la persona a la que debía proteger, que llegó a colarse en su habitación de hotel en un desplazamiento. Y otro que pidió el cambio porque la señora de la autoridad protegida se paseaba en topless siempre que podía por el patio de la casa, que se veía desde la garita y el policía creía que lo provocaba.
Es habitual ver a escoltas abriendo la puerta del coche de quien protegen y esa no es su función. Como tampoco hacerles la compra o recados. A escoltas suelen enviar a policías jóvenes recién ingresados más manejables por todos. Es una excrecencia que proviene de la dictadura y por el terrorismo de ETA que debería reducirse drásticamente.