Felipe González, el sentido socialista de Estado frente a la fragilidad moral de Pedro Sánchez

Felipe González se ha visto obligado a encarnar una vez más la voz de la cordura frente a la fragilidad moral de Pedro Sánchez y su alocada forma de conducir al Partido Socialista y al gobierno de España. A sus 82 años, González se sigue mostrando como lo que ha sido y lo que es: un auténtico líder socialdemócrata con un rumbo claro de justicia, libertad e igualdad interterritorial y con un desarrolladísimo sentido de Estado en la cabeza. En su encuentro con Pablo Motos en El Hormiguero, en la noche del jueves en Antena 3, González ha demostrado una vez más que, pese a errores pasados, que sin duda los tuvo, ha sido y es, junto con Adolfo Suárez, el mejor presidente del gobierno que ha tenido la España democrática.

Quienes conocimos bien a González -y criticamos de paso algunas de sus obras- sabemos muy bien el valor político y moral que tiene el personaje. De FG se podrán decir muchas cosas negativas, como, por ejemplo, su cambio de opinión con respecto a la permanencia de España en la OTAN, pero lo que nadie puede negarle es que siempre ha llevado el Estado en la cabeza y que ese sentido de Estado lo ha antepuesto frente, incluso, a intereses personales. Aunque sólo fuera por ese hecho, González está más que legitimado que nadie para lanzar las grandes cargas de profundidad que lanzó la pasada noche en El Hormiguero contra la fragilidad humana, política y moral del actual secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

González sí fue un líder, y no necesita demostración. Supo arrebatar el poder interno en el Congreso de Suresnes a los históricos socialistas perdedores de la guerra civil y supo capitanear como nadie un partido muy difícil en unos tiempos muy complicados. Pudo arrancar de los estatutos y del programa electoral el término ‘marxista’ –cosa por la que fue muy criticado- porque él sí era un líder, acompañado de segundos que podrían haber disfrutado también de la categoría de primeros, como Alfonso Guerra, o el histórico ugetista Nicolás Redondo.

Ese liderazgo que aún mantiene, pese a tener ya 82 años y llevar casi 30 fuera de la Secretaría General del PSOE y del gobierno, confieren a FG una capacidad moral más que sobrada para afirmar en El Hormiguero asertos como que la carta (de Sánchez, tomándose cinco días de vacaciones por llamar corrupta a su mujer, Begoña Gómez, investigada precisamente por supuesta corrupción) no fue de liderazgo, yo no me lo creí.

Toda una declaración de intenciones en la que FG resuelve sin lugar a dudas y en apenas una frase que Pedro Sánchez es un perdedor de elecciones, no tiene madera de líder, es un títere en manos de intereses no muy claros, es un mentiroso y es, además, un mal político y un pésimo presidente del gobierno que hace dejación de funciones y monta unos espectaculares problemas diplomáticos que le van a costar muy caros a todos los españoles.

A pesar de sus años, González sigue siendo ese peso pesado de la política con un verbo audaz y mortal para sus contrincantes. FG no necesita acudir a comodines de ‘fachosferas’ ni subterfugios parecidos: él sí ganaba limpia y ampliamente las elecciones generales, municipales y autonómicas con ese verbo ya citado con una fuerte carga sardónico-satírica como la desplegada anoche frente a Pablo Motos.

Es verdad, como se han apresurado a decir algunos periodistas bien regados por el sanchismo, que si en las pasadas elecciones catalanas Carles Puigdemont hubiera obtenido más votos y escaños y fuera ahora presidente in péctore de Cataluña Sánchez estaría laminado. Pero como no ha sido así, mayor valor tienen las palabras valientes y osadas de González contra el actual inquilino de la Moncloa, porque FG se juega que Sánchez le expulse del partido que el propio González creó a partir del Congreso de Suresnes, en octubre de 1974.

La voz audaz de González frente al autócrata Sánchez –denominación de Alfonso Guerrano es la única que se alza desde dentro de las filas socialistas de forma crítica: ahí están Guerra, Rodríguez Ibarra, Lambán, Bofill, Corcuera, Leguina y Redondo (expulsados estos tres por los perros del sanchismo), Susana Díaz, García-Page, Cándido Méndez, Ignacio Varela, Rafael Fali Delgado, o el sociólogo José Antonio Díaz, entre otros muchos. Todos saben que el sanchismo es como el estalinismo, que sigue una única consigna: ‘o te callas y sigues los pasos de Sánchez o eres un desleal y estás muerto’. Pero ninguno quiere callarse ya, y lo que ha hecho FG en Antena 3 es dar el pistoletazo de salida para acabar con una situación que le está costando muy cara al conjunto de los españoles.

 

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