Está en todas partes, es como un escandalazo a lo rosa_fucsia, que viene a ser parecido -lo de rosa y fucsia- pero que algunos lo interpretan mal porque cambian una consonante por otra. El caso es que hace unos días un grupo de “hackers” robó la base de datos de la web de contactos Ashley Madison con los nombres y emails de sus miembros y la puso a disposición de todo el mundo en Internet. El escándalo ha saltado en esta España tan ávida de morbo y morbosa ella porque, al cotejar correos oficiales, han aparecido unos cuantos que se habían suscrito a esa web para supuestamente ser infieles a sus parejas. Y lo que es más morboso aún: había dos diputados y tres diputadas entre esos correos.
El seguimiento, análisis y publicidad de las listas publicadas lo ha realizado la web http://greenshines.com, a cuyas investigaciones nos remitimos. La verdad es que la lista no es difícil de conseguir (es un fichero de 9.7 Gigas que se puede encontrar en cualquier web de torrents), pero leer su contenido no está a la mano de cualquiera que no tenga los conocimientos mínimos como para restaurar la base de datos. No es complicado, pero hay que saber hacerlo y tener un servidor capaz de realizar búsquedas en la base de datos, porque es enorme.
En fin, que éste es el resultado de las investigaciones de greenshines.com que aquí reproducimos tal cual… bueno, no tal cual: obviamos los nombres de los dos diputados y tres diputadas porque, tal y como la web avisa muy oportunamente, Ashley Madison no comprobaba los correos, por lo que pudiera suceder que sucediera que alguien utilizara incorrectamente el correo de esos cinco próceres, todos socialistas (vamos, que esta disculpa no se la creen ni ellos, pero…).
Ayer por la tarde estuve mirando en la base de datos, por curiosidad, primero porque me gusta ver cómo funcionan por dentro webs como Ashley Madison, cómo organizan bases de datos tan grandes, me gusta aprender de cómo hacen las cosas los demás; y segundo, no voy a mentir, porque quería ver quién estaba allí dentro. En Estados Unidos han salido los nombres de muchos famosos pero en España no había escuchado ni leído casi nada al respecto más allá de lo anecdótico. “Ashley Madison no es demasiado popular en España” pensaba mientras miraba los emails, “no creo que haya casi españoles”. La primera búsqueda me dio más de 300.000 emails con extensiones .es, es decir emails de cuentas españolas.
Estuve haciendo búsquedas en dominios de administraciones públicas y las fui subiendo a Twitter, había decenas de personas que se habían suscrito a la web para ser infieles a sus parejas usando emails de las administraciones públicas españolas: Ayuntamiento de Sevilla, Junta de Galicia, Generalidad Catalana, cualquier dominio que miraras de una administración española te devolvía una media de 10 usuarios suscritos a Ashley Madison desde una cuanta de email de la administración.
Oculté las direcciones de email y dejé el dominio porque a pesar de que había muchísimos emails de personas que se habían suscrito a Ashley Madison usando emails de organismos oficiales, no tenían porque ser cargos públicos. No sé si en las administraciones públicas les dan direcciones de email a todo el que trabaja allí y no necesariamente sólo a políticos, y a pesar de que los datos están ahí en Internet para todo el que quiera mirar, no veía una razón para ser yo el que sacara a la luz nombres y emails de personas que al fin y al cabo no estaban haciendo nada que no haga mucha gente tanto fuera como dentro de Internet.
La sorpresa me la llevé cuando me dio por mirar el dominio congreso.es y aparecieron 5 emails. 3 diputadas y 2 diputados que se registraron en Ashley Madison usando sus cuentas de email del congreso y usando la conexión a Internet del congreso.
De los cinco nombres de los diputados que aparecen en la lista solo uno me sonaba: C. C.
Los otros cuatro nombres, haciendo una búsqueda fácil en Google dan como resultado 4 diputados del PSOE también.
Que los 5 diputados que aparecen en la lista sean del PSOE no quiere decir más que eso, que son del PSOE, yo no vivo en España ni tengo relación alguna con ningún partido político y hubiese publicado estos datos si hubiesen sido de cualquier otro partido político.
Estos datos no los he sacado yo a la luz, están en Internet desde hace días para cualquiera que quiera perder un par de horas como yo he hecho y mirar. La base de datos se da por hecho en todo el mundo de que es totalmente “kosher”, pero yo no estoy afirmando que lo sea ni que lo que ahí aparece sea cierto. Me estoy limitando a hacer una transcripción de lo que ahí pone.