Es la guerra España pone la madera (y 2)

España está fuera de la agenda política global y de la europea, en particular. Su voz exterior es irrelevante. Hemos vuelto a ser una “unidad de destino en lo universal” y se nos da una higa lo que pase en el mundo, excepto en Palestina. Reclamar el justo fin del exterminio no debería llevarnos a…

Es la guerra España pone la madera (1)

Úrsula von der Leyen lo ha dicho.: “Ha llegado el momento” de llamar a la situación que vive Europa “por su nombre”: “Europa está en guerra híbrida”. Quiere esto decir que la señora de la Comisión nos ha puesto en posición de combate, aunque no nos demos por enterados. La opinión pública sigue pensando en…

Putin acosa al balneario: una mala idea

El oligarca ruso ha querido hacerse un Trump y humillar a Europa. Mala cosa. Los coches europeos quizá valieran fastidiar a los productores del vino; pero bombardear una sede de la Unión Europea –no, no es un accidente- es un exceso; una mala idea. Solo vale para incrementar el conflicto y para que los que…

Putin ha ganado ya

No es sólo que el apestado Vladimir Putin haya sido recibido con todos los honores por Trump en Alaska, ni que se haya negado de momento a un alto el fuego, sino el reconocimiento más o menos explícito de su anfitrión norteamericano de que la paz sólo se conseguirá con la cesión de territorio por…

La pasión según Trump (III): la incertidumbre

Ser o no ser, tardó dieciséis siglos Shakespeare en entenderlo. El Sábado Santo, a más de santo, es día soso, incierto y, además, rojo. El secretario de Comercio, que es un enredador y le caen mal los españoles, le ha contado al prócer que los españoles legalizaron al PCE, tal día como un Sábado Santo.…

La despensita

Estimada señora von der Leyen, pongo en su conocimiento que este noble pueblo ha soportado más de cien días confinado sin que, en ninguno solo de ellos, faltará papel higiénico. ¿Y, ahora, nos vine usted con tres días de despensita? ¿Por otra parte, cómo en 72 horas un comisionista, intermediarios corruptos, porteros de discotecas y…

Ese leve aroma antieuropeo

Quizá recuerden aquellos días en los que éramos los primeros de la clase. De hecho, llegamos a obtener el premio de los apresurados, cuando fuimos los únicos que votamos el Tratado de Maastricht, mientras el resto de Europa lo iba rechazando.