De la intoxicación al relato, de la verdad a lo verosímil
Corría 1979, la época del consenso y el desencanto; había ruido de sables y casi de bombas en la UCD. Quien podía mandar, me mandó y, apenas habiendo dejado una facultad de economía, me envió a un Centro Regional de RTVE a grabar uno de esos interminables programas que desgranaban las propuestas electorales.