Es la cifra reconocida por el Gobierno de Rajoy: a fecha de 18 de junio de 2015, hemos pagado los españoles todos -menos los que no pagan al fisco, cuyas listas se van a hacer públicas en diciembre- un total de 41.025 millones de euros en concepto de ‘recapitalización bancaria’ a determinadas entidades financieras, las mismas, por cierto, que vendieron a jubilados, pensionistas y demás incautos bonos o valores o acciones preferentes_basura que los han dejado en la ruina. ¿No queríais caldo?, pues siete tazas.

Según ha reconocido el Gobierno en un documento remitido al Congreso, de esos 41.025 millones desembolsados -había hasta 100.000 millones para utilizar si hubiera sido necesario-, 36.968 millones han sido inyectados en las entidades del grupo 1 (5.425 millones en Nova Caixa Galicia, 9.084 millones de euros en Catalunya Caixa, 4.500 millones en Banco de Valencia y 17.959 millones en BFA-Bankia) y 1.865 millones de euros en las del grupo 2 (604 millones en Caja España de Inversiones, Salamanca y Soria, 124 millones en Liberbank, 407 millones en Caja 3 y 730 millones en BMN).

A éstos, se le añaden 2.192 millones de euros inyectados en la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (SAREB) (540 millones de euros en capital y 1.652 millones de euros en deuda subordinada).

En total, se han inyectado, con cargo al crédito del MEDE, 41.025 millones de euros desde que el 25 de junio de 2012, el Gobierno solicitara asistencia financiera para la recapitalización de las entidades financieras españolas firmando un acuerdo marco para dicha asistencia financiera el 24 de julio de ese año. El acuerdo marco fue firmado por el Reino de España, en calidad de prestatario, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), como garante y agente del préstamo y por el Banco de España, como agente de los desembolsos y por el Fondo de Estabilidad Financiera. Este acuerdo fue renovado el 29 de noviembre, tras la puesta en marcha del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE). La asistencia financiera máxima concedida ascendía a 100.000 millones de euros, de los cuales España puso inicialmente 60.000 a disposición del FROB para llevar a cabo la citada recapitalización, dado que se identificaron las necesidades de capital de las entidades financieras en 58.898 millones.

Ni de coña nos lo resarcirán a los españoles

Lo más llamativo del documento del Gobierno es que reconoce de forma implícita que ni en broma se nos va a devolver a los españoles el dinero que le hemos dado a esas entidades financieras.

Dice el gobierno que hasta el momento la actividad del FROB se ha centrado, de acuerdo con una estrategia de venta rápida de las entidades en resolución, con el fin de minimizar el coste para el contribuyente y de aumentar la estabilidad del sistema financiero (sic, con esa misma cara dura. Las entidades en resolución son las que se consideran no viables y el Estado está obligado, de acuerdo con los compromisos asumidos con la Comisión Europea, a su venta o liquidación ordenada dentro de un plazo.

De ese modo, el FROB ha tenido que vender de manera acelerada Banco de Valencia en el año 2012 y Banco Gallego (a través de Nova Caixa Galicia) y la propia Nova Caixa Galicia en el año 2013; en el año 2014 se ha firmado también la venta de Catalunyabanc. A estas operaciones podemos sumar la compra por parte de Unicaja de las acciones de Caja España de Inversiones, Salamanca y Soria (en la que el FROB no tenía participación accionarial). «En estos casos FROB tomó la decisión de acelerar la venta tanto para evitar riesgos como para evitar que el desgaste comercial de las franquicias redujera su valor en mayor grado», dice, sin vergüenza, el gobierno.

Y añade aún más: «El FROB sigue avanzando en la recuperación de las ayudas concedidas a las entidades en restructuración, es decir aquellas que se consideran viables y para las que, por tanto, no hay obligación de venta en un plazo; en concreto, se ha vendido por parte de BFA el 7,5 % del capital de Bankia. Las perspectivas de recuperación son mucho más halagüeñas con respecto a los bonos convertibles (CoCos) que FROB mantiene en Caja España de Inversiones, Salamanca y Soria y Caja3 (fusionado con Ibercaja), así como con la eventual desinversión en BFA/Bankia y en Banco Mare Nostrum. También recordar que el FROB ya ha recuperado la totalidad de las ayudas dadas a Liberbank en forma de CoCos».

Claro, que también tiene a bien reconocer que «el resultado final dependerá de las condiciones en que se puedan vender las participaciones que el FROB mantiene en las dos entidades en restructuración y del resultado que se obtenga en SAREB».

Y para hacernos tragar la píldora, he aquí el chiste final del Gobierno para justificar tanto ¿latrocinio? ¿disparate?: «Hay que considerar que la alternativa (haber dejado quebrar a una parte relevante del sistema financiero español) sin duda hubiera resultado más costoso. El FROB sólo ha actuado recapitalizando entidades cuando se ha constatado que era la solución menos gravosa, en la medida en que el coste de liquidación hubiera sido mucho mayor. A esto se unen otros factores indirectos, como la recuperación económica y la reducción de costes financieros para el Estado que hubieran sido mucho más débiles sin la recapitalización».