El beso público de Tania Sánchez y su ex fue muy aireado medíáticamente. Foto: TM.

Hasta febrero de 2015 fueron la pareja de moda en España, más que Felipe y Letizia, y entre los dos, junto con Monedero y Errejón, planificaron la voladura de IU, el robo de votos al PSOE y la escalada a los muros del Palacio de la Moncloa. Ahora, cumpliendo esos planes, desde Podemos han exigido a Alberto Garzón que abandone cualquier esperanza de ser cartel para la Moncloa en una lista conjunta. Así fue cómo Pablo Iglesias y Tania Sánchez, junto a cargos de IU como Enrique Santiago, prepararon y ejecutaron la voladura de Izquierda Unida y el asalto de los podemitas a la Moncloa.

Todo empezó con un círculo reducidísimo del que salió Podemos y en el que interactuaron transversalmente personajes de IU como el abogado Enrique Santiago, que ejerció como ayudante de cabecera en las sombras de Tania Sánchez para dinamitar la formación dirigida entonces por Cayo Lara. La idea general era muy sencilla: trasvasar cargos de IU a Podemos para que luego llegaran los militantes y finalmente los votos. Sólo quedaban fuera las siglas de IU y la mayor parte de sus actuales dirigentes, incluyendo a Cayo Lara y a todos los históricos del PCE como Felipe Alcaraz o José Luis Centella.

Se trataba de una voladura controlada de IU y, a partir de ahí, convertirse en la formación predominante de la izquierda -el macho alfa de los partidos y coaliciones- y llegar a la Moncloa, si no tras las elecciones de diciembre de 2015, sí en las próximas, las cuales creen que se celebrarán de forma adelantada. Y para hacer realidad esos planes hacía falta, tras volar lo que quedaba de IU, desmantelar al PSOE por su base más radical y atraerse a la juventud descontenta y cabreada con un proyecto transversal. Era un plan estratégico que Iglesias, Errejón y Tania Sánchez, junto con la inestimable ayuda de dirigentes de IU en la sombra, como el citado abogado Enrique Santiago o Javier Couso, han llevado a la práctica de forma milimétrica.

Nada quedaba al azar, porque en el círculo primigenio de Podemos nada es casual. Con el trío que entonces estaba de moda – Iglesias, Errejón y Juan Carlos Monedero, hasta la salida de éste tras su dimisión- estaban interactuando en las sombras desde mediados de 2014 Tania Sánchez y algunas figuras de IU, como el eurodiputado Javier Couso –hermano del cámara asesinado en Irak, que empezó actuando como fuerza de choque de Podemos en Bruselas-, o dirigentes históricos de IU, como Enrique Santiago Romero, un polémico abogado que ejerció de estratega de cabecera de Sánchez y que fue uno de los muñidores del plan rupturista y de destrucción de IU que Podemos inició a principios de 2014.

Así se planificó la voladura de IU

Según confirma un histórico de IU a El Satiricón, el punto inicial de la estrategia rupturista de Podemos lo constituyó el viaje que Monedero y Pablo Iglesias realizaron a Venezuela antes del lanzamiento oficial de esta organización para las elecciones europeas de 2014: “Se trataba de obtener el apoyo económico y psicológico del gobierno bolivariano para poder montar tranquilamente Podemos con la intención de ser la fuerza hegemónica de la izquierda en España”.

El apoyo se obtuvo y Podemos se lanzó oficialmente en España, se presentó a las europeas de mayo de 2014 con el resultado ya conocido -cinco eurodiputados- y mandó un serio aviso a IU de que iba a laminar a la coalición de izquierdas.

Pero la estrategia puesta en marcha en ese momento no era nueva: había surgido tres años antes desde el círculo de Pablo Iglesias en la Facultad de Políticas y se resume en una frase de Monedero pronunciada en septiembre de 2011:

“Un proceso liderado por IU tiene el mismo vuelo que una boa después de comerse un venado. La reconstrucción de la izquierda se hará ya no con IU, sino desde sus cenizas. Ya no tiene capacidad de armar nada”.

Esa era la finalidad: volar IU, quedándose con sus cuadros en el medio plazo –primero con un goteo continuo, como el que ha estado propiciando Tania Sánchez en Madrid y que ha llevado a la expulsión de toda la organización madrileña para readmitir luego de ‘uno en uno’ a los que quieran volver, y finalmente de un tirón- y más tarde con sus votantes, al igual que con la parte más descontenta del PSOE.

La estrategia se puso por fin en marcha a toda velocidad a finales de 2014, y ha estado dando sus frutos hasta ahora: “Tania estaba embarcada desde el primer momento en controlar la organización en Madrid y propiciar el trasvase ordenado; es decir, que eso de que se fue porque Gregorio Gordo y Ángel Pérez no dimitían no fue más que una mala excusa. La realidad es que hasta dentro del Consejo Político de IU, Enrique Santiago contactó hace muchos meses con Alberto Garzón para hablarle de la necesidad de la convergencia, o más bien integración. Todo está medido y controlado”.

La voladura de Garzón: ahora sí, ahora no, ahora puede…

A estas alturas, el aún coordinador general de IU, Cayo Lara, probablemente se haya arrepentido de su decisión de apoyar a Alberto Garzón como su sucesor y cabeza de lista de IU. Es cierto que Garzón ha venido negando que acaricie acariciar siquiera ese proyecto de integración en Podemos, pero desde medios próximos a la formación de Iglesias se asegura que “después de los batacazos autonómicos que se ha dado IU, primero en Andalucía y luego en el resto de autonomías y en los grandes municipios, Garzón puede que ni llegue a encabezar la lista para Moncloa en las generales. O bien dejará la coalición y se pasará a Podemos como dirigente de cabecera en alguna provincia, o bien dejará la política”. Una curiosidad: el programa económico de Podemos salió del propio libro de Garzón.

La lanza se disparó en el ayuntamiento de Madrid

La punta de lanza de la estrategia podemita para volar IU y hacerse con el espacio de la izquierda real lo constituyó la organización de IU en Madrid. A la voladura iniciada por la propia Tania Sánchez en estrategia con el que entonces era pareja, Pablo Iglesias, le siguió el goteo continuo de bajas para que los medios de comunicación transmitieran la idea de que IU se descomponía.

Así, un hombre de la máxima confianza de Tania Sánchez, Jorge García Castaño, inició la cadena de dimisiones y de abandonó IU, participando de forma activa en el movimiento Ganemos Madrid. Ganemos era la marca blanca con la que Podemos se presentaba en diversos ayuntamientos españoles para las elecciones municipales.

Medios de Podemos admiten que García Castaño venía trabajando en esa dirección desde principios de 2014, y así quedó grabado en su propio blog, el 23 de enero de aquel año:

“El lanzamiento de Podemos, la posible candidatura capitaneada por Pablo Iglesias para las elecciones europeas, ha traído un fuerte debate en el conjunto de la izquierda. Otro movimiento en las turbulentas aguas de la izquierda que merece nuestra atención y nuestra reflexión”.

Fueron Tania y García Castaño los que prepararon la fuga de Madrid al milímetro en una clarísima copia del modelo del PSOE en 1979 (primeras elecciones municipales democráticas): “Podemos está creando su estructura territorial con dirigentes dentro del asociacionismo, así como con cargos medios descontentos de IU. Donde han podido, ya han incorporado a gente, porque quieren absorber todos los cuadros. Es lo de Madrid, pero a nivel global”.

Al nuevo proyecto se fueron uniendo paulatinamente cargos como Sara Porras, antigua militante del PCE y coordinadora del área Mujeres de IU en Madrid; Ester Gómez, sindicalista de CC.OO. Madrid y una de las dirigentes de Cambiar IU-CM; Carmen Pérez Carballo, diputada regional desde 2011; el ya citado García Castaño, que había abandonado IU tras dimitir como concejal del Ayuntamiento de Madrid; María Espinosa, diputada de IU en la Asamblea; Hugo Martínez Abarca, portavoz de la plataforma Recuperar Madrid; exconcejalas de IU de San Fernando de Henares… y suma y sigue a nivel general.