El globo marciano del “solo sí es si”

Rufián ha roto su silencio y ha afirmado, que se sabe que el diputado es un gran afirmador, la sentencia del día. No me entiendan mal: señalo que el ilustre diputado viene a sentenciar lo que Pedro debe hacer si quiere obtener réditos políticos.

Ha afirmado, en consecuencia, lo que los socialistas deben apuntar: sin el ministerio de Igualdad, sería “marciano” aprobar la modificación del “solo sí es sí”.

Pues nada, que el gozo de los socialistas en un pozo: han pasado el primer trámite de la modificación legislativa, en trámite de urgencia, con los votos de la derecha. Pero no podrán ir tan deprisa como querían y se van a presentar, en vísperas del ocho de marzo (Día de la mujer), con la ley sin aprobar, porque los socios de gobierno y los socios de los socios de gobierno, se las quieren hacer pasar canutas.

Es que, entre las leyes chapuza y los jueces fachas, no damos abasto y no hacemos más que favorecer a los que decíamos que no queríamos favorecer. Lo mismo nos anulan las amnistías en Catalunya y se beneficiarán de los cambios en la malversación los del choriceo que nos dejan en pena rebajada a casi todos los condenados por abusos y violencias de género, ya van más de cuatrocientos [500] y esperen que la cifra crezca.

Cosa de hacer leyes chapuceras y con la oportuna miriada de rebajas y excarcelaciones cayendo sobre la gloriosa campaña de Sánchez para mostrar su “humanización “, según estrategia de La Moncloa.

Nada como los fontaneros para acertar. Habrá que buscar un par de jóvenes socialistas y hacer un video para decir que Rufián no entiende de “marcianos”.

Cuando parecía que la economía permitiría hacer a Sánchez una campaña basada en el reparto de leche y miel, resulta que es la gestión jurídica la que va a determinar, de aquí a mayo, que la atención del personal se centre en la contabilidad de penas.

Sabiendo que cada una de ellas que se rebaje caerá en las espaldas de candidatos a alcaldías y autonomías que asustan a los militantes socialistas y poco a los de Podemos que no tienen nada que ver en el asunto, como bien se sabe, o les importa poco.

En el pecado se lleva la penitencia, dirá más de uno. Una medida colegiada, de la que todo el Gobierno es responsable, unas penas de las que es responsable, parece, una ministra de Justicia, que no estaba en el momento de aprobar la Ley, y que afirma que asumirá todas las responsabilidades, abandonada en la tribuna por Sánchez que, se sabe, sólo resuelve problemas.

El cambio de la legislación va a ser una tortura para Sánchez. Es bastante probable, por no decir seguro, que el PSOE huirá de volver a usar el voto de la derecha, que en el caso del PP, estaría encantada de echar una manita.

Ahora bien, los costes políticos, sociales y de rédito electoral que pagará el PSOE, eso sí, en el electorado de sus candidatos locales y autonómicos, será bastante notable. En un mes más, la cantidad de casos será notable. Casos que, por cierto, seguirán más allá de que se produzca el cambio legislativo y difícilmente podrán metabolizarse en tan poco tiempo por el Gobierno.

Es comprensible que el ministerio de Igualdad, al que le importaba más el hecho que el derecho, no tenga ninguna prisa por reconocer que había metido la pata. Por otro lado, algunas brillantes explicaciones del cambio legislativo, como la de la ministra socialista de Justicia que nos dijo que la prueba era una heridita, no ayuda a la cabal comprensión de lo que propone el PSOE.

Cuando uno se mete en un lío, es más difícil “sacalla” que “mantenella” como dice el viejo dicho. Y en esa están los “marcianos”, sin que los socialistas sepan muy bien por donde les da el aire.

Para que me entiendan, si los socialistas sacan la ley con los peperos, malamente, pero si sacan la patita con doña Inés del alma mía, casi peor, porque habrán hecho el viaje en balde. Las cosas son como son.

El globo marciano del “solo sí es si”, por Rufián identificado, pulula por la atmósfera política para abundantes risas de unos y de otros. Porque, entiéndanme, en este caso a los de la derecha les da lo mismo que a los de Podemos, ni conmigo ni sin mí tienen, Pedro, tus males remedio.

 

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