«Los guardias civiles podemos estar tan preocupados, o más, que el ciudadano Rato, en cuanto a seguridad se refiere, obviamente, no de otras ‘cosas’«. Es un argumento fundamental con el que la UniónGC ha pedido por carta al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, una reunión como la que mantuvo con el investigado por presunta corrupción Rodrigo Rato para ver cómo solucionar las amenazas que los agentes reciben a diario en su trabajo, ya que temen por sus vidas. Parece una broma, claro, pero tiene tal fondo de verdad que los altos cargos de Interior están tragando saliva, por no decir otra cosa.
En la carta, firmada por el secretario general de UniónGC, Ramón Rodríguez Prendes, se afirma lo siguiente: «En cuanto a la reunión que le solicito, tampoco sería nuestra intención extendernos más allá de la hora de duración que, según su versión, ha tenido su entrevista con el ciudadano Rato. Le aseguro que en ese espacio de tiempo le podemos trasladar muy buena parte de la problemática que afecta tanto a la Guardia Civil como a los trabajadores que, aún sin derechos constitucionales plenos, tenemos el orgullo de pertenecer a ella».
Es evidente que la reunión entre el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y el exvicepresidente del Gobierno de Aznar, Rodrigo Rato, en un momento álgido de la investigación judicial que se sigue contra él va a traer mucha cola… y mucha guasa, sin duda. Guasa como la que esta asociación de guardias civiles ha utilizado para ver si así consiguen que el ministro del Interior, señor Fernández, atienda a sus reivindicaciones, algunas de las cuales tienen que ver con su seguridad física.
«Incluso hay problemas comunes entre el ciudadano Rato y los guardias civiles y ciudadanos en general en cuanto a la sensación de falta de seguridad aludida por este personaje», asegura UniónGC en su carta oficial al ministro del Interior, en la que echan en cara a la cúpula de Interior que denegara «la solicitud efectuada por esta Asociación profesional de chalecos antibala unipersonales para cada guardia civil, petición denegada por la Dirección General del Cuerpo, pues al parecer, para salvar vidas no hay partida presupuestaria«.
En ese sentido, UniónGC facilita una ‘salida’ al ministro para encontrar recursos para la adquisición de chalecos: «El importe del gasto de un solo año que supone la privatización parcial del servicio de vigilancia en los centros penitenciarios cubriría presupuestariamente la petición realizada por UniónGC en cuanto a los mencionados chalecos antibala, elemento esencial de seguridad para quien vela por la seguridad de todos los ciudadanos de este país».
En definitiva, que le dicen los guardias civiles al ministro del Interior que «cuando hablamos de vidas humanas, señor ministro, los guardias civiles podemos estar tan preocupados, o más, que el ciudadano Rato, en cuanto a seguridad se refiere, obviamente, no de otras ‘cosas'». ¿Qué otras cosas? Es fácil de adivinar.
Hay guasa, desde luego, pero es que el ministro de Interior o es un humorista por cómo justificó su reunión con Rato o merece que la Fiscalía le investigue. Muy bien por Unión GENERAL.
En este caso deberiamos decir que la satírica es una ciencia exacta. La realidad en pocas palabras está plenamente reflejada en este gran artículo. Gracias por desmarcarse de lo periodísticamente correcto.
Ole por unión gc