La oposición cree que Fernández Díaz recibió a Rato para que no se convirtiera en un nuevo Bárcenas. Foto: Moncloa.

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha ‘contaminado’ toda la investigación judicial contra el exvicepresidente del Gobierno de Aznar, Rodrigo Rato, por la reunión que ambos mantuvieron en la sede del Ministerio el pasado 29 de julio. El ministro ha explicado en el Congreso que se entrevistó con Rato por los más de 400 tuits amenazadores que éste habría recibido, pero olvida que la designación de escoltas no es una atribución del ministro del Interior, sino que existe una comisión ad hoc para fijar este servicio.

Todo el arco parlamentario -salvo el PP y UPN- ha exigido este viernes la dimisión inmediata de Jorge Fernández Díaz, a quien han acusado de urdir un quid pro quo con Rato: «O arregláis mi caso o tiro de la manta«, como le dijo directamente el portavoz de Amakiur, Mikel Errekondo, o más subliminalmente el portavoz socialista, Antonio Trevín.

En casi cuatro horas de comparecencia ante la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados los portavoces de los grupos no han ahorrado adjetivos para calificar a Fernández Díaz: obsceno, irresponsable, ofensivo, bochornoso, patético, lamentable, milonguero, franquista, oportunista, mentiroso, [su actuación desprende] hedor putrefacto, [su gobierno debe ser disuelto por ser una] banda de malhechores, cobarde, indigno… son algunos de los epítetos que los grupos parlamentarios le han dirigido al ministro del Interior.

Desde Rosa Díez (UPyD) hasta Antonio Trevín (PSOE), pasando por Toni Picó (UDC), Guillaumes (CDC), Ricardo Sixto (La izquierda Plural), Errekondo (Amaiur) o Aitor Esteban (PNV). Al final, todos han coincidido en una petición formal de dimisión en términos durísimos, como la del socialista Trevín, que casi le gritó al ministro: «Si no quiere concluir su travesía política sin honor, dimita enseguida», o la portavoz de UPyD, Rosa Díez: «No se nos ponga digno: usted renunció a la dignidad el día que recibió en el Ministerio del Interior al imputado señor Rato«.

¿Pacto de no agresión Gobierno-Rato?

Fernández Díaz no dimitirá y con esta comparecencia parlamentaria ha dado por saldada su reunión con Rato el pasado 29 de julio, pero sobre su cabeza pesa la sombra de la corrupción, según pusieron de relieve diversos portavoces parlamentarios. Errekondo, de Amaiur se lo dijo directamente: «Rato fue a decir que ‘o arregláis mi caso o tiro de la manta’«, tal y como informó hace unos días El Satiricón.

El socialista Trevín fue más lejos: acusó veladamente al ministro de contarle a Rato todo lo que él sabe de su caso a través del control que el Ministerio ejerce sobre la UCO de la Guardia Civil y la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) a través del Centro de Inteligencia Contra el Crimen Organizado (CICO), que coordina desde Interior la lucha contra la corrupción. «¿Se lo dijo usted a Rato?», llegó a preguntar Trevín.

¿Quién amenaza a Rato… que circula en Vespa azul en Gijón?

En realidad, sobre este caso de la Comisión de Interior se salió sin saber más de lo que ya se sabía al entrar. El ministro se dedicó a tirar balones fuera, a dar lecciones de moral y del significado de público-privado y de lo que se pone o no se pone en la agenda pública del ministro, pero sobre todo se dedicó a amenazar a sus señorías diciendo que «decenas de decenas de decenas» de grandes personalidades, entre ellas muchos políticos de primera fila, acuden a su despacho a que les ponga escoltas porque dicen estar amenazados.

Por lo demás, Fernández Díaz sólo consintió en dar algún dato más para que se ‘comprenda’ por qué recibió a Rato con ‘luz y taquígrafos’ -expresión realmente burlesca que utilizó el ministro y que constituyó la burla de la casi totalidad de los portavoces parlamentarios-.

Según sus explicaciones, la entrevista se la pidió directamente Rato unos días antes de la reunión, que tuvo lugar a las 12.00 horas del miércoles 29 de julio en su despacho en la sede Interior. La reunión duró ‘casi una hora’ e inicialmente asistió a la misma su jefe de Gabinete pero luego se quedaron los dos solos.

Dijo que en la reunión sólo se habló de la seguridad de Rato porque había recibido amenazas a través de más de 400 tuits, pero también otro tipo de amenazas que Fernández Díaz se negó a referir. Insistió también en que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no supo de la misma hasta que se publicó en un medio de comunicación el pasado sábado 8 de agosto.

El ministro, que se defendió atacando a los nacionalistas catalanes, recordando a Amaiur los crímenes de ETA y acusando al PSOE, a IU y a UPyD de acudir a la Fiscalía contra él con denuncias «propias del Código Penal de Corea del Norte», no piensa dimitir y da por cerrado el episodio, obviando que él no tiene capacidad para imponer escoltas dado que para evitar arbitrariedades se creó años atrás una comisión ad hoc que es soberana.