Las vergüenzas de los sinvergüenzas que se lucran con la discapacidad intelectual

Las ONGs sufren un gran descalabro cuando algunos de sus gestores actúan como auténticos ladrones. Foto: ASPANIAS.

Las ONGs sufren un gran descalabro cuando algunos de sus gestores actúan como auténticos ladrones. Foto: ASPANIAS.

Parecen ser malvados y desnaturalizados y hacen un terrible daño a la solidaridad, sobre todo porque corrompen la esencia humana que contiene el gen de la caridad. Son aquellos que se aprovechan de las asociaciones no gubernamentales para vivir a cuerpo de rey a costa de los sufrimientos de los pobres, esos que necesitan la solidaridad individual porque casi nunca llega la del Estado, y de las gentes con corazón que depositan su óbolo para lo que creen una causa misericordiosa pero sobre todo justa. Son, por ejemplo, los que se luchan con la discapacidad intelectual.

Algunas veces, sin embargo, estos que parecen sin_alma son descubiertos y desenmascarados y prueban la justicia humana, que la divina ya vendrá después. Por ejemplo, el caso del expresidente de la Asociación de Padres de Personas con Retraso Mental «ASPANIAS», Ferrán Bonet Bonet, que acaba de ser condenado por la Sala II del Tribunal Supremo por apropiarse de 263.000 euros de esa fundación sin ánimo de lucro.

El alto tribunal ha elevado la pena de 2 años y 3 meses de prisión, que impuso la Audiencia de Barcelona, a 3 años y 6 meses al estimar que el delito cometido fue una apropiación indebida continuada agravada en razón de su cuantía, y no un delito societario de administración desleal, ya que el acusado se quedó con el dinero que se le entregó en administración “con vocación definitiva y sin visos de retorno”. De ese modo, estima el recurso planteado por el Ministerio Fiscal y al que se adhirió la asociación perjudicada.

El condenado, Ferrán Bonet Bonet, fue presidente de la fundación sin ánimo de lucro ‘Asociació de Pares de Personas amb Retard Mental’ (ASPANIAS) desde junio de 2000 hasta julio de 2008. Aprovechándose de que era quien recibía las subvenciones y que tenía disposición sobre las cuentas bancarias de la fundación, realizó reintegros por valor de 161.176 euros que no obedecían a gastos de la fundación, cantidad de la que se apropió. Asimismo, ingresó cheques que se le entregaron como subvención de la asociación en cuentas de las que él era el titular.

Hechos probados

En sus ‘hechos probados’, la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Barcelona sentenció lo siguiente -Rollo de Sala 45/2014 sentencia en fecha 31 de octubre de 2014-:

Primero.- Se declara probado que Ferran Bonet-Bonet, mayor de edad, sin antecedentes penales, fue presidente desde el 27 de Junio de 2000 hasta el 28 de Julio de 2008, de la fundación sin ánimo de lucro «Associació de Pares de Personas amb retard mental» dedicada a la asistencia, tratamiento y enseñanza de personas con discapacidad intelectual.

Como presidente era la única persona con poder de disposición sobre los bienes de la fundación, que procedían de subvenciones. Aprovechando su situación, como persona que recibía las subvenciones y que tenía disposición sobre las cuentas bancarias de la fundación, realizó los siguientes hechos:

  • a) Entre los años 2006, 2007 y 2008 realizó reintegros, por valor de 161.176,03 Euros, que no obedecen a gastos de la fundación, cantidad de la que se apropió.
  • b) La fundación privada Ferrer Eguizábal, en los años 2004 y 2008, entregó al acusado 12 cheques, como subvención para ASPANIAS, por valor de 77.492,41 ,Euros, que el acusado ingresó en cuentas de BEC, que no pertenecían a la sociedad. De ellos 6 cheques se ingresaron en la cuenta del BEC 0030 2008 77 038921273 de la que era titular el acusado. Tales cheques no se contabilizaron en las cuentas de la sociedad.
  • c) La entidad Coprisa, sin obedecer a prestación profesional alguna emitió una letra de cambio en fecha 29 de Marzo de 2001, con vencimiento en 19 de Junio de 2001, que fue aceptada por el acusado en nombre de la fundación, fue descontada y no se abonó a su vencimiento. Para hacer frente al pago de la misma el acusado contrató un préstamo, en nombre de la fundación, con la entidad Banco Popular Español, por valor de 17.626,65 Euros, y vencimiento 12 de Febrero 2016, que está devolviendo la fundación. Habiéndose generado un pago de intereses por valor de 7.433,90 Euros. No hay soporte documental alguno que justifique la aceptación de la letra.

Segundo.- El acusado era titular de una tarjeta de crédito a cargo de la fundación, para cubrir gastos producidos por el desempeño de su cargo. Durante 6 meses en 2001 y 6 meses en 2008, el acusado, usando esa tarjeta generó en gastos de gasolina la cantidad de 4.941,95 Euros, cantidad que se considera justificada por los desplazamientos que el acusado debía efectuar para acudir a la sede de la fundación, sita en esta ciudad, teniendo el su domicilio fuera de esta ciudad. Además, tenía que desplazarse para efectuar gestiones propias de la entidad».

 

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