Dicen algunos empresarillos del tres al cuarto que «cuánto caviar hay que comer para llevar los garbanzos a casa». Un [ridículo]cinismo así debería quedarse en esos personajes de carne de escarnio, pero debe tratarse de un virus que puede llegar a afectar a políticos que anteriormente derrocharon seny. Y es lo que le ha ocurrido al diputado Jordi Xuclà, a quien el rancio separatismo de Artur Mas le ha enloquecido, o así.
En realidad, todo parece indicar que Jordi Xuclà se ha visto obligado por el ala más radical de su partido, Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), a hacer el Ridiculum Vitae en el Congreso de los Diputados: garbanzos mandan, y ha presentado una batería de preguntas al gobierno «español» para asegurar que embajadas y consulados estén en pleno funcionamiento en agosto para el voto rogado… para las elecciones autonómica del 27-S.
Mucho miedo debe haber en los Masianos de CDC cuando obligan a este probe diputado de Gerona a hacer preguntas parlamentarias tan mezquinas como ésta: “¿Los ciudadanos con residencia civil catalana que han sido convocados a elecciones [el 27-S] y que están inscritos en el Censo de Residentes Ausentes (CERA) verán garantizado su legítimo derecho a voto?”. Para justificar tan mala baba, Xuclà se refiere a “la muy mala experiencia de 2012, el fiasco que hizo que miles de catalanes no pudieron votar, nos pone en alerta”.
Dice además este gerundense viajero: “Queremos que el Ministerio de Asuntos Exteriores nos dé plenas garantías que consulados y embajadas estarán dedicadas al 100% a permitir y facilitar el derecho fundamental a la participación ciudadana a través del voto”.
Pero la pregunta con más Inri es la siguiente: «¿Puede garantizar el Gobierno el pleno funcionamiento de los servicios de los consulados y embajadas de España para ejercer el derecho de voto en las elecciones al Parlament de Catalunya del 27 de septiembre a la luz de las previsiones de la Ley Electoral sobre el voto rogado?».
En fin, que no hay que ser más Masiano que Artur Mas.