Así consiguieron algunos que la Policía Nacional dejara de ser franquista (y 2)

Los 'grises' pasaron a ser 'marrones' para convertirse finalmente en 'azules', la policía de la democracia. Foto: CNP.

Los ‘grises’ pasaron a ser ‘marrones’ para convertirse finalmente en ‘azules’, la policía de la democracia. Foto: CNP.

El promotor del Sindicato de Policía de Buenos Aires, SIPOBA, Nicolás Alberto Masi, se puso en contacto con Pepe Tejero y con quien firma este artículo. Pretendía que nos desplazáramos a Argentina, a la vista del juicio que tendrá lugar el día 11 próximo, para prestar testimonio por la legalización de Sipoba que llevan más de 10 años demandando. El viaje no ha sido posible, así que les hemos remitido este documento sobre el caso español para que dé respuesta a lo que necesitan y puedan trasladar al juez la conveniencia de legalización. La primera entrega la pueden ver PINCHANDO AQUÍ.

b) El encaje de la jerarquía, la disciplina y la eficacia de la policía civil y democrática con sindicatos y asociaciones

Las policías civiles son tan disciplinadas o más que las militares

Ya se ha dicho anteriormente que la eficacia y por lo tanto la mejor protección y seguridad a la ciudadanía desde la Policía mejoró considerablemente con su democratización y con la existencia de sindicatos. Incluso ahora, los parámetros de eficacia de la policía civil con sindicatos son muy superiores a los de la Guardia Civil militar y con asociaciones muy restringidas en su capacidad de influir en el funcionamiento interno del Cuerpo.

En la Guardia Civil se ha establecido el mismo sistema de elecciones cada cuatro años al Consejo de la Guardia Civil que en la Policía; este órgano también lo preside el ministro y tiene un funcionamiento similar al de la Policía.

En la Policía se regularon comisiones de seguridad y salud laboral, que se reúnen en las jefaturas superiores y con delegados en las provincias, que plantean la situación de los medios materiales, coches, dependencias, equipos de protección individual… y aunque los delegados no son estrictamente delegados sindicales sí es un avance en participación de los policías en sus condiciones de trabajo.

También se regularon reuniones trimestrales en las comisarías provinciales y jefaturas superiores entre los responsables de los sindicatos que han obtenido la condición de representativos y los mandos de las mismas, se debaten los problemas, se levanta Acta y se remiten al órgano central para su revisión. Y algunas veces, pocas, hasta se resuelven los problemas que se plantean.

En definitiva, no ha habido ninguna merma de la disciplina, ni en la jerarquía, ni existe conflicto entre el ejercicio del mando en la actividad operativa y la existencia de sindicatos, porque estos plantean sus problemas ante los mandos competentes o las autoridades políticas según el ámbito y la importancia del asunto a tratar, pero en el trabajo diario no existe la mínima merma o incidencia negativa en la actividad. En la Policía española la tasa de afiliación es superior al 90%, y la mayoría de los mandos están afiliados también a los distintos sindicatos para que los proteja y defienda en caso necesario.

c) Beneficios que ha obtenido la ciudadanía y la sociedad en general del proceso democratizador de la policía en España y la existencia de sindicatos en la misma

Policía civil al servicio del pueblo, policía con derechos

Una policía que trabaje en democracia tiene que respetar escrupulosamente los derechos civiles y políticos de la ciudadanía. Unos funcionarios que tengan esa misión ejercerán mucho mejor la misma si ellos en su trabajo tienen también esos mismos derechos.

Los policías que carecen de derechos como el de asociación o sindicación son más reacios a respetar y defender los derechos de la ciudadanía y suelen plantear prácticas de conducta poco compatibles con una policía plenamente democrática.

La eficacia de los Cuerpos de Seguridad contra el delito mejora si sus miembros disfrutan de derechos como los que garantizan, y al mismo tiempo al disponer de distintos sindicatos y asociaciones se crean cauces de denuncia de prácticas corruptas y abusos de policías que no cumplen con la debida profesionalidad con su misión.

La policía civil es más flexible, eficaz, centrada en el servicio a la ciudadanía, más permeable a la evolución que demanda la sociedad adaptándose a la misma, y la policía militar es más recia, inflexible, más impermeable y opaca frente a la ciudadanía.

En España los sindicatos y asociaciones profesionales, tras unos primeros años conflictivos han evolucionado (demasiado según muchos policías) y hoy son prácticamente sucursales de empresas de servicios que compiten por ofrecer el mejor seguro contra sanciones económicas o cursos de formación en especialidades y para ascenso.

Por lo antes expuesto podemos concluir que la participación de los funcionarios en los asuntos que le afectan en su trabajo, determinar las condiciones salariales del mismo, jornada laboral, estatuto profesional… suponen una evidente mejora del colectivo policial y una mayor eficacia y mejor atención a la ciudadanía, incrementando la seguridad y la reducción de los delitos a la vez que se produce un acercamiento entre la Policía y el pueblo.

Hoy en España, teniendo sus cuerpos de policía civil y militar sindicatos y asociaciones, y el ejército también asociaciones profesionales, son desde hace años los tres colectivos mejor valorados por la ciudadanía, y todavía queda, ya próximo a jubilarse, algún policía que recuerda que tenía que ocultar su uniforme gris por el rechazo de la ciudadanía y ocultar a sus vecinos su profesión, mientras hoy es conocido en su barrio.

Ser policía es como cualquier otra profesión incluso de prestigio, y aunque en los últimos años por la crisis y los conflictos sociales la imagen también se ha resentido, eso no ha supuesto que la policía y la Guardia Civil se bajen del primer y segundo lugar como instituciones más valoradas del país.

La aprobación ahora de la conocida como “Ley Mordaza” que sustrae al control judicial sanciones económicas muy elevadas y elimina faltas del Código Penal que pasan a sancionarse por la Policía son un nuevo reto que los policías demócratas de todos los cuerpos policiales esperan superar sin merma en el respeto que han conseguido por parte de la mayoría de la ciudadanía.

VEA TAMBIÉN: Así consiguieron algunos que la Policía Nacional dejara de ser franquista (1)

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