Tras la aparición del llamado «Informe Chilcot», que aporta nuevas pruebas para sentar en los tribunales a los responsables de la invasión de Irak en 2003, el PCE ha hecho un llamamiento para reactivar la Plataforma «Juicio a Aznar» tras las nuevas pruebas que le incriminarían en la segunda guerra del Golfo. Este informe se ha conocido siete años después del archivo por el Tribunal Supremo de la querella presentada contra el expresidente del Gobierno, José María Aznar, y los entonces ministros de Defensa y de Asuntos Exteriores, Federico Trillo y Ana Palacio, por su responsabilidad en la guerra.
Tal y como señala el informe, el expresidente del Gobierno de España, José María Aznar, y el exprimer ministro británico, Tony Blair, se reunieron el 27 y el 28 de febrero de 2003 para discutir la invasión de Irak; un encuentro en el que acordaron una estrategia de comunicación para dar la impresión de que «estaban haciendo todo lo posible para evitar la guerra».
Según el informe, mientras el exprimer ministro británico insistió en la necesidad de sacar adelante una segunda resolución en la que Naciones Unidas aprobase la intervención en Irak, Aznar se mostró reticente a una segunda votación del Consejo de Seguridad si no tenían el éxito garantizado. Además, Aznar presionó a Estados Unidos para que la invasión se realizase en el plazo previsto.
Es por ello que el PCE, uno de los impulsores en su día de la Plataforma «Juicio a Aznar» que consiguió el apoyo de decenas de miles de personas para llevar al expresidente ante los tribunales por la guerra de Irak, ha hecho ahroa un llamamiento a organizaciones políticas, sociales, así como al conjunto de la sociedad civil, a reactivar las acciones jurídicas necesarias y a la unidad de todo el movimiento contra la impunidad para que los responsables de aquella guerra ilegal, ilegítima e injusta respondan ante los tribunales por sus supuestos crímenes.
Según el PCE, esta grave actuación del grupo de las Azores, entre ellos el expresidente Aznar, los hace “responsables de decenas de miles de muertos y de la destrucción de un país conscientes de que forzaban una decisión en la ONU sobre la base de mentiras y manipulaciones, lo que les convierte, a juicio del PCE, en ejecutantes de los asesinatos cometidos durante la guerra de Irak”.
Desde el PCE se asegura que «será necesario llegar hasta donde haga falta, incluso al Tribunal de La Haya, para juzgar a los criminales de guerra».
[El 25 de octubre de 2015, Tony Blair ya pidió por primera vez perdón por los «errores de la guerra de Irak» y reconoció implícitamente que la intervención militar propició el ascenso del Estado Islámico (IS). El mea culpa del ex premier británico, en una entrevista que emitió la CNN en esas fechas, se interpretó como un movimiento de piezas ante la publicación del informe elaborado por John Chilcot sobre el papel del Gobierno británico en la invasión militar para derrocar a Sadam Husein en 2003].