La imposibilidad de creer
Nos han puesto muy difícil creer en las noticias, distinguiendo lo falso de lo verdadero y discerniendo qué hay de cierto y qué de intereses espurios en cualquier tema que traten los medios de comunicación.
Nos han puesto muy difícil creer en las noticias, distinguiendo lo falso de lo verdadero y discerniendo qué hay de cierto y qué de intereses espurios en cualquier tema que traten los medios de comunicación.
Ya antes del coronavirus el periodismo tradicional iba despeñándose ante las nuevas redes sociales. Para informarse, la población iba dejando de lado a las estructuras y los profesionales contrastados y aceptando cualquier noticia sin verificación cabal del primer comunicante anónimo que le llegara.
Lo vengo advirtiendo desde hace tiempo: cada vez hay más ciudadanos hartos de ver las noticias en los medios de comunicación general.