Zapata se defiende: puso las frases en Twitter para que otros vieran que era malo escribir esas ofensas en la red

Guillermo Zapata. Foto tomada de la BBC.

Guillermo Zapata. Foto tomada de la BBC.

Estaba claro que lo haría: el juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, ha vuelto a archivar las actuaciones abiertas por los tuits que el concejal de Podemos Guillermo Zapata escribió en 2011, en los que hacía chistes de mal gusto sobre Irene Villa, las niñas de Alcácer, ETA, 5 millones de judíos, etc., tras tomarle declaración. Una declaración, por cierto, que tuvo que obligar la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional. Lo curioso es lo que dice Zapata: que puso esas frases en la red para otros vieran que no era bueno que se escribieran esas ofensas internet (sic).

En su nueva resolución de cierre de la instrucción, Fernando Andreu explica que de lo ordenado por la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, al estimar el recurso de la Fiscalía por el primer archivo, procedía oír al imputado para saber si su intención al publicar los tuits era desacreditar, menospreciar o humillar a los víctimas del terrorismo o de sus familiares de una manera directa o eventual. Pero que ahora archiva la causa contra el concejal al considerar que «su intención en modo alguno era lesionar la dignidad de las víctimas y no podía imaginar que pudiera humillar a algunas» de ellas.

El Satiricón les ofrece de forma íntegra la declaración de Guillermo Zapata ante el juez Pedraz, declaración que se incluye en el Auto de cierre de la causa.

Oído en declaración1 el Sr. Zapata, manifestó lo siguiente:

Preguntado por la publicación de los tuits, manifiesta que la cuenta de Twitter era suya. No recuerda cuándo la abrió, pero un poco antes del momento de los tuits, que se publicaron en enero de 2011, activa hasta la tarde en la que salta la polémica, cree que el día de la investidura del Ayuntamiento de Madrid. En aquella época no llegaban a mil los seguidores de su cuenta.

Esas expresiones, la relativa a Irene Villa y los judíos, son citas de expresiones que en su momento recordó de cuando era pequeño, en un debate sobre libertad de expresión, que había expuesto como que habían circulado, y que si aparecían en la red sería intolerable por las características de la Red.

No sabía si esas expresiones se habían publicado antes en la Red.

La intención, en ese momento, quería señalar en este debate sobre la libertad de expresión, señalar las cuestiones donde no ofendes a nadie, en un contexto privado, que no generan polémica, y sin embargo, en la Red sí lo hacen.

Al publicar esos tuits buscaba señalar este punto. No pretendía vincularlo al objeto de las personas que podían sentirse ofendidas por los mensajes.

No pretendía lesionar la dignidad de las víctimas. Es bastante habitual en redes que si hubiera sucedido algo parecido, lo hubiera borrado inmediatamente. No lo habría mantenido. Como no pasó nada mantuvo su cuenta. A veces hay mención de qué se pretende con esos mensajes, te preocupa y lo borras. Pero en este caso no había habido ninguna mención.

No cree que iba a humillar a las víctimas. Son dos víctimas de dos momentos diferentes y su intención no era humillar a nadie. Es más se hubiera disculpado y hubiera expuesto cuál era su intención. La tarde aquélla, cuando supo que Irene Villa había leído el tuit, inmediatamente la escribió y la pidió perdón.

En enero de 2011 escribía guiones y proyectos de ficción. Ha sido profesor y daba talleres vinculados a su profesión.

Preguntado por el Ministerio Fiscal, qué punto pretendía señalar con la publicación de los tuits, manifiesta que señalar mensajes que dentro de la Red generaban una enorme polémica. Por eso, al no suceder nada posteriormente no los borró.

Preguntado qué problemática generaba el tuit de las niñas de Alcaser, manifiesta que en ese contexto había habido un ataque, una campaña contra un director de cine, Nacho Bigalondo, por hacer unos comentarios que banalizaban el Holocausto.

Preguntado por los tuits de Irene Villa y las niñas concretamente, manifiesta que en un contexto analógico la Red provoca peligros y en el contexto de la calle esos mensajes que son mensajes que circularon, insiste que los recuerda cuando era pequeño, no generan los problemas que pueden generar en la Red.

Lo que buscaba era señalar que en las redes y en la calle estaban funcionando normas distintas. Una cosa es la repercusión cuando hablamos en la Red y otra la que tiene cuando hablamos en la calle. El mismo mensaje dicho en la calle y dicho en la Red tienen significaciones y efectos distintos. Estaban definiendo las reglas de lo que se podía y no se podía decir.

Preguntado si este tuit (el de las niñas de Alcaser y de Irene Villa) se puede decir, que no se pueden decir si causan dolor.

Lo que está diciendo en ese momento es que hay que tener cuidado con lo que se pone en la Red. En el tuit no lo pone porque la extensión es limitada. El espacio que tiene es el que es. Hay un contexto general de la conversación cuando habla en una comunidad reducida y la gente sabe de lo que estás hablando. No es que lo dejara intuir, y si hubiera tenido que explicarlo más lo hubiera hecho, porque cuatro años después lo hizo.

Preguntado si considera que esos tuits son ofensivos, manifiesta que no los inventó, ni continúa haciendo de esto una especie de campaña, ni menciona posteriormente a nadie. Cuando genera dolor, pide disculpas y perdón a quien lo ha generado. Si hubiera sucedido entre medias lo hubiera hecho también. No tenía intención de generar dolor. En ese momento no era consciente, no estaba interpelando a otros. Hay una manera de funcionar en esa Red donde podía mencionar otra cuenta, personal o de víctimas. También podía haber utilizado un hasctack para que gente que no te está siguiendo lo lea. No lo hizo. Estuvo limitado a las personas que leían en ese momento lo que decía. Sabía que estas personas no iban a malinterpretar los mensajes. Hubiera pedido disculpas si hubiera sido agresivo y ofensivo. En las redes la dimensión de público no está tan clara. Hace cuatro años habría que haberlo buscado para hacerlo público. Una persona tiene posibilidad de borrar o de interpelar el mensaje.

Reconoce que el terrorismo ha sido sumamente duro en nuestra sociedad.

Los cuatro años transcurridos no han cambiado su posición respecto a las víctimas, que es de tremendo respeto, no ha cambiado la visión que él tiene ahora. En el momento en que se hace visible es concejal del Ayuntamiento de Madrid y tiene el mismo nivel de conciencia que entonces. Su posición en relación con las víctimas es la misma ahora que antes. De respeto absoluto.

Hoy día si hiciera cualquier tuit tendría que explicar muy bien qué quiere decir con esto. No sólo él. Todas las personas que utilizan Twitter, porque esta red ha cambiado mucho en cuatro años.

Las propias reglas de Twitter a lo largo del tiempo se han ido modificando.

A preguntas de la Acusación Popular, responde que los tuits generaban efecto distinto en la calle y en la Red. Era consciente de que había una discusión sobre el uso que hacemos de las redes. “Ojo con lo que publicamos en la Red”. No tenía intención de humillar a nadie. No era consciente de que se hubiera ofendido a alguien, porque si hubiera sido así lo hubiera borrado inmediatamente. En ese contexto es imposible que esos tuits ofendieran a nadie en el momento de su publicación. La prueba de ello es que hasta cuatro años después no tienen repercusión, ni visibilidad. En el momento concreto en que se realizaba el tuit si hubiera habido mil personas conectadas, cosa que jamás sucede en la cuenta, habrían podido verlo de todas las personas que siguen.

Las mil personas que le siguen no pueden ver esos tuits. Los tuits van bajando. Si en un momento dado no lo ves, técnicamente lo puedes encontrar. Teóricamente puede hacerse, pero en la práctica no. En el momento en que se hacen, señalando el debate que había en la sociedad, no generaron el más mínimo ruido. El sentido de lo que ocurría en el debate tres meses o cuatro años después era distinto. Si una persona conversa con otra, esas conversaciones se quedan, y si genera ofensa lo hubiera borrado.

Preguntado por qué no consta el debate en los tuits, manifiesta que estaba en un contexto general: el despido de un director de cine. Que además estaba vinculado a su profesión en aquel momento, que tenía que ver con la Ficción.

Preguntado si recuerda que al margen de esos tuits existe esa explicación de que era peligroso colgar en la Red esos tuits, manifiesta que en esos días no lo recuerda porque no generaron polémica.

Preguntado por qué sólo existen los tuits, manifiesta que porque en una comunidad de confianza el contexto se sobreentiende.

Las redes generan comunidades de confianza. No podía acceder cualquier persona a este debate, sólo la comunidad de confianza. Eso le permite averiguar qué alcance tiene el debate. En ese momento el alcance era cero.

Ha dado numerosas explicaciones cuando se le han pedido. El 31 de enero de 2011 no dio explicaciones porque nadie se las estaba pidiendo. En un contexto de un debate citó unos mensajes. Su intervención en ese debate no recuerda si se limitó solamente a esos tuits, porque ocurrió hace cuatro años y no lo recuerda.

 

El Sr. Magistrado Juez le permite hacer uso de su smartphone para buscar un texto suyo, que no tiene efectividad porque no hay cobertura. Manifiesta haber escrito sobre el tema a lo largo del tiempo, con posterioridad.

Preguntado finalmente por su abogado defensor, manifiesta que no recuerda si en aquel momento dio una explicación, pero considera que la comunidad de confianza entendía el contexto. Nadie le ha pedido explicaciones y por eso no las ha dado.

Cuando hace referencia al término “mención” se refiere a lo que la comunidad de twitter es interpelar. No es decir el nombre, sino nombrar el usuario. Eso lo que hace es que la persona de quien se habla vea lo que estás haciendo. Nadie hizo esa mención.

Ratifica lo dicho en rueda de prensa el 15 de junio. Votó a favor en el Pleno de 9 de julio de 2015 del Ayto. de Madrid, sesión extraordinaria, donde daban apoyo y solidaridad a las víctimas del terrorismo, manifiesta que votó a favor y cada grupo tiene que defender su postura y apoyó ese voto.

La dignidad y memoria de las víctimas del terrorismo merecen especial protección. Es un asunto de Estado. Es una necesidad la de proteger ese dolor con todas las garantías.

Para finalizar, el compareciente quiere dejar constancia de que ha dado todas las explicaciones posibles en el momento en que se le han pedido. Si se le hubieran pedido antes las hubiera dado.

 

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