Sostiene el señor Tezanos que él no hace magia. Efectivamente: ha decidido abandonar la cocina y la dirección de un Centro de Investigaciones Sociológicas, que gozaba de cierto prestigio, para convertirse en agente electoral. Pero, lástima: su “tropilla” no le sigue en el intento.

Afirmó un cambio político en Castilla y León sobre la base de poco creíbles horquillas y de lo que viene siendo habitual en todas sus encuestas, desde que llegó al cargo: un sesgo a la izquierda -derivado de una mala evaluación del recuerdo de voto y de una disposición hipotéticamente más movilizada de la izquierda-.

Sesgo que le lleva a cometer un reiterado error en todos sus productos. Tezanos dimisión, que advertido del sesgo estabas, por sociólogos, analistas y periodistas.

Lo dramático, para la izquierda, de esta última maniobra de agente electoral de Tezanos es que el cambio dependía de una baja participación y de que las formaciones de la despoblación quitaran votos al PP, porque jamás de los jamases iban a castigar al PSOE, faltaría más.

Pues no. Resulta que la movilización era muy similar en ambas fuerzas políticas mayoritarias y que la despoblación castiga por igual. Fetén de la muerte: Tezanos eres un monstruo.

Déjenme que haga algo raro: empezar recordando quién ha perdido, porque viendo, escuchando y leyendo medios parece que han perdido otros.

Pues recordémoslo: los de izquierda tampoco hemos ganado en ésta. ¿Por qué, cabría preguntarse, la semana de la reforma laboral, del Salario Mínimo Interprofesional, de regar de fondos europeos a los amigos y de prometer de todo a la España despoblada, la derecha gana?

Sospecho, camaradas, que el notable cabreo social no se le pasa al personal con promesas de futuros de lujo ni egos herederos de otros egos.

El cambio pasaba por dos factores: que la izquierda no compitiera entre ella misma y que Podemos -esta vez ayudada por izquierda Unida, a diferencia de las elecciones anteriores- se moviera en la banda alta de la vieja IU, que en el mejor de los casos obtenía aquí un diputado: Oh, cielos, camaradas habéis llegado a donde los tristes payasos.

Que el cansancio social sea pandémico y se pase a golpe de fondos europeos es la esperanza de Sánchez. Pero haría bien el gran conductor en bajar a la tierra: algunas de sus alianzas, algunos discursos y algunas tentaciones que le acercan más al podemismo que a la socialdemocracia no alivian el cansancio.

Sostienen en la Moncloa que sin Galicia, Madrid, Murcia y Castilla y León se puede gobernar. Pues nada, a ello. Teniendo en cuenta, por cierto, que el giro al centro y el tonteo con Inés Arrimadas parece llegar tarde.

Ciudadanos no se ha desvanecido en el PP al tipo Ayuso, pero tampoco en el PSOE. Es probable que sus electores se hayan repartido entre la abstención, el PP y VOX, teniendo en cuenta que una parte del electorado de Ciudadanos habrá compensado el voto huido hacia VOX en el PP.

Bien; ya lo sabíamos: Mañueco no es Ayuso y Madrid no es Castilla y León. Para escarnio del camarada Tezanos, todas las encuestas lo habían dicho. En relación con las expectativas, el PP no obtiene uno de los objetivos que esperaba: acercarse a la mayoría absoluta.

Si logra otros dos: alejar al PSOE de cualquier posibilidad de poder (solo o en compañía) y pasarle factura a Igea, tan presuntuoso como incordiador.

Las derechas han ganado las elecciones y, a corto plazo, desaparecido Ciudadanos de cualquier combate, serán dos formaciones políticas en ese campo. Como para muestra vale un botón, nótese que, sin presencia potente en Madrid, Cataluña y Valencia, VOX puede ser presa de algún voto útil del PP en el futuro.

Cierto es, empero, que el alejamiento del PP de la mayoría absoluta le pone frente a la decisión que lleva años evadiendo: circulo sanitario con VOX, sí o no. Esta es una difícil cuestión que no solo concita el miedo de los barones actuales del partido sino de socios europeos de los populares.

Por eso hay que entender el intento, en mi opinión complicado, de gobernar sin VOX. Como no soy Tezanos no me atrevo a hacer afirmaciones mágicas. Teniendo en cuenta que las formaciones de la España despoblada afirman no ser de derechas ni de izquierdas, o sea, que ustedes me entienden, alguna fórmula para diluir el trágala que supone Abascal puede ser encontrada.

Sí me atrevo a hacer dos profecías: la derecha extrema, propia de tiempos de populismo, no acabará con sus fobias: los “menas”, la igualdad de género, la violencia machista, la memoria “no pasaran” por trámite de debate: nadie lo permitirá.

Un corolario de estas elecciones es que, siendo victoria justita, Casado va a tener que ceder en su batallita con Ayuso, cambiar algo en su equipo. Y, también, que va a evitar impacientarse con Andalucía. Por cierto, si yo fuera de Ciudadanos en Andalucía, igual me entendía con el PP para unos comicios compartidos.

Porque, para qué engañarnos. Todos hablamos de derecha extrema. Pero quien gana a las derechas extremistas en toda Europa no ha sido precisamente la izquierda. Acepto Portugal -socialdemocracia moderada y sin radicalismo de izquierda en presencia- como excepción.

No sé si las fuerzas de izquierda debieran buscar algunas fórmulas ajenas al politiqueo para contribuir al asunto.

En fin, el ojo de Tezanos no engorda al caballo: las derechas han ganado las últimas elecciones -incluido el reaccionarismo catalán-. Lo que es, es.

https://peregrinomundo1.webnode.es/l/el-ojo-de-tezanos-no-engorda-al-caballo/