Uno cree que se llama Pedro Sánchez, y dice que es el líder del PSOE. Otro dice apellidarse Iglesias y ha centrado a Podemos en el culto a ‘su’ personalidad. Un tercero dice llamarse Albert y se le recuerda por su cándida desnudez ciudadana. Y a un cuarto, en fin, se le conoce como Mariano y tiene un pisito muy popular en la Moncloa. Todos ellos, en su conjunto, están escachifondriando esto que llamamos España.
Ninguno, claro está, quiere pasar por ser el malo de la película, el culpable de la risión de que pueda haber tres elecciones en un año. Todos, como en la escuela, dicen aquello de “la culpa la tiene ese niño”, mientras se señalan los unos a los otros con los dedos índice y meñique y con auténtica estulticia.
Pero para conseguir que la sociedad vea que la culpa es del otro y no de uno mismo, todos están lanzando mensajes que entroncan plenamente con las “10 Estrategias de Manipulación” a través de los medios que elaboró el lingüista Noam Chomsky a partir del texto del francés Sylvain Timsit, que elaboró un documento que fue publicado por primera vez en francés, en el año 2002, con el título original Stratégies de manipulation, en la web syti.net.
Examinen esas estrategias y aplíquenlas a cada uno de los partidos; se llevarán una sorpresa.
6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión. Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un cortocircuito en el análisis racional, y finalmente al sentido crítico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos…
7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad. Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposible de alcanzar para las clases inferiores (ver Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.
8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad. Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar, e inculto…
9. Reforzar la autoculpabilidad. Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable de su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se auto desvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. Y, sin acción, no hay revolución
10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen. En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídos y utilizados por las élites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.
- VEA LA PRIMERA PARTE: Los políticos españoles y las “10 Estrategias de Manipulación” de Chomsky y de Sylvain Timsit (1)