Hermano Lobo siempre fue un adelantado a su tiempo. Hablaba de la realidad presente en ese momento, pero irradiándola hacia el futuro. En esta portada se veía a un capitalista, que era en realidad un franquista que quería perpetuarse in eternum, y hablaba del caos a una masa que él creía absorta, pero que no lo estaba tanto.
Sin embargo, es una portada tan actual que si en vez de chaqué y calvo le ponemos al susodicho demagogo y fascio-estalinista una coleta, es la viva imagen de 2020 en esta España de los miserables, incluyendo a periodistas pagados para los que se ha vuelto a reabrir el ‘fondo de reptiles’, aunque ahora de color rojo fucsia…
Por eso, acaso, algunos y algunas muestran sonrisas estúpidas cuando leen cosas como éstas que yo escribo (haciendo uso de mi libertad como persona y como periodista, esa misma libertad que nos quiere cercenar el nuevo fascio-coletismo que nos subyuga), o nos acusan de ‘fachas’ a los que hemos estado siempre -y seguimos estando- en las proximidades del PCE -pero no del estalinismo de Podemos-, o nos mandan en Facebook a plantar cebollinos.
¡Con la cantidad de cebollinos que hay, empezando por ellos/as mismos/as! ¿Para qué querrán tantos cebollinos estos descerebrados? ¡Van a saturar un mercado que ya está supersaturado! ¡Nos van a salir los cebollinos hasta por las orejas… o nos crecerá más el rabo!
Vaya usted a saber…