Rajoy avisa a Sánchez: votará ‘no’ a su investidura para no favorecerle en sus intereses personales

Tras semanas de mudez, de esconderse de los micrófonos y de huir de los atriles, Mariano Rajoy ha hablado por fin para mandarle un mensaje directo a Pedro Sánchez: no le va a votar en su investidura porque “no se puede gobernar con independentistas y con radicales” y porque el intento de Sánchez no tiene nada que ver con los intereses generales de los españoles, sino con su exclusivo interés personal. Rajoy mantiene su órdago y pide al PSOE y a Ciudadanos que formen con el PP “una coalición de amplia base” con él como presidente del Gobierno. Todo parece indicar que vamos a elecciones anticipadas en junio.

Mariano Rajoy reunió este jueves a su Grupo Parlamentario en el Congreso para darles la consigna final: se mantiene la candidatura del PP a formar gobierno porque fue el partido más votado en las elecciones del 20-D y porque no está dispuesto a que el socialista Pedro Sánchez, con sólo 90 escaños, 33 menos que el PP, forme un gobierno después de haberse negado sistemáticamente a dialogar con el PP.

En realidad, Rajoy no se ha movido ni un milímetro de su posición inicial, que parte de la base de que en las elecciones del 20-D “los españoles nos han dado un mensaje: escúchense los unos a los otros”, pero que ese mensaje pasa por un gobierno “fuerte, estable” que debe dirigir el PP porque ha sido el partido más votado en las elecciones; un gobierno que deberá tener el apoyo del PSOE, del PP y de Ciudadanos, aunque podría implementarse con otros grupos políticos.

“Esta opción nos pareció la más razonable”, les ha dicho Rajoy a sus diputados, porque esos tres partidos coinciden en las condiciones de unidad nacional, soberanía nacional, igualdad entre españoles y lucha contra el terrorismo que necesitaría España en estos momentos. Y esa “coalición de amplia base”, con más de 250 escaños, daría “seguridad y certidumbre a los agentes económicos y sociales” y contribuiría a la recuperación económica y creación de empleo.

“Ésa era nuestra posición desde el primer día; sigue siendo hoy nuestra posición; es el modelo de gobierno que defendemos para afrontar los grandes retos que tiene nuestro país”, ha reafirmado Rajoy ante los suyos. Pero ha tenido que reconocer que ese gobierno “de momento, no ha podido convertirse en una realidad porque el Partido Socialista se ha negado incluso a hablar y a dialogar con el Partido Popular”, para confirmar luego que desde el 23 de diciembre de 2015 no se ha producido ninguna conversación con el líder del PSOE, y que por eso el 22 de enero le dijo al rey que no podía ir a las sesión de investidura porque “yo no tenia los apoyos” y porque el PSOE ya había anunciado el voto en contra.

Ahora bien, en el actual momento político en el que Pedro Sánchez tiene el encargo del rey de intentar formar gobierno, el socialista “va a necesitar del apoyo de Podemos, de IU y de los partidos independentistas, ya sea con voto positivo con abstención o con ausencia” y “no será un apoyo gratis”. Para Rajoy, el de Sánchez sería “un gobierno hipotecado y radical” que no podrá gobernar porque el PP tiene mayoría en el Senado y un número importante en el Congreso y su grupo se opondrá al radicalismo de los ‘socios’ de Sánchez.

En definitiva, que “nosotros votaremos ‘no’ a la investidura del señor Pedro Sánchez”, y eso tanto si viene apoyado por Podemos, sólo por los 90 diputados del Partido Socialista, por Ciudadanos o por otros grupos políticos, como los independentistas.

Una situación de freno, de estancamiento y de enfrentamientos

A partir de ese punto, Rajoy lanzó sus dardos a todos. No se salvó ni Albert Rivera, de Ciudadanos, al que se refirió de soslayo al afirmar que “el PP no tiene voluntad como otros de bisagrista”. Pero el rechazo más fuerte fue para Sánchez: “La posición de Sánchez nada tiene que ver con el interés general de España; no digo que no tenga nada que ver con su interés personal, pero no se puede gobernar con radicales ni con independentistas ni con 90 escaños, es imposible”.

En otro orden de cosas, Rajoy acogió con satisfacción la encuesta del CIS conocida este jueves, que confirma que “somos la primera fuerza política en España” y que “lo vamos a gestionar como hasta ahora, con responsabilidad y con coherencia”.

Sobre el desafío independentista catalán, Rajoy confirmó que el Consejo de Ministros planteará este viernes 5 de febrero un conflicto de competencias ante el Tribunal Constitucional por la creación por la Generalitat de la Consejería de Relaciones Exteriores en Cataluña. Si hay visos de ser inconstitucional, “actuaremos como hasta ahora: la Constitución y la ley no están en funciones”.

Finalmente, de forma curiosamente muy breve, Rajoy se refirió a la gran corrupción del PP valenciano para asegurar, con un gesto estudiadamente duro, que “todas las personas detenidas han sido suspendidas de militancia. En próximas fechas, se creará una gestora en la ciudad de Valencia… Todo el mundo, sea quien sea, tendrá el mismo trato”. Y una enigmática frase final: “Queridos amigos, esto se acabó y aquí no se pasa por ninguna”.

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