¿Sociovergencia 2.0? No, gracias

Miquel Iceta. Foto: PSOE

Miquel Iceta. Foto: PSOE

Los salvajes atentados parisinos le han puesto sordina mediática a los avatares catalanes, aunque el culebrón cuatribarrado prosigue con nuevos episodios. Por ejemplo, ayer, cuando en Barcelona, Miquel Iceta, primer secretario del PSC, en presencia de Pedro Sánchez y de Carmen Chacón, cabeza de lista por Barcelona en los comicios del 20D, proponía un gobierno de “unidad progresista” con los de JuntsXSí, con el objeto de “salvaguardar la dignidad de Catalunya”.

Durante la larga noche de piedra del Pujolato, los socialistas catalanes, por aquello de que su rechazo político a Jordi Pujol no se pudiese interpretar como un ataque frontal a la Catalunya triomfant, actuaron como vergonzantes ministriles de Convergència. Vamos, que existía una transversalidad fáctica, pero asimétrica (CiU tenía la parte más grande y jugosa), denominada ya como sociovergencia, sibilina fórmula catalana del castizo “hoy por ti y mañana por mí

Y la cosa, cabe decir que a satisfacción de ambas partes, duró hasta la retirada de Jordi Pujol (año 2003) y la formación del gobierno tripartito (socialistas, Esquerra Republicana e Iniciativa per Catalunya) con Pasqual Maragall a la cabeza. Y fue durante el mandato de este último cuando, en una sesión del Parlamento catalán, mentó la bicha a Artur Mas, entonces jefe de la oposición. “Ustedes tienen un problema y se llama 3%”.

La Sociovergencia 1.0, naturalmente, saltó en pedazos, y fue el principio del fin del llamado “oasis catalán”, pero la cosa no quedó ahí, porque en los 60 minutos siguientes, Mas llamó a Pujol y éste a José Luis Rodríguez Zapatero, entonces presidente del Gobierno, quien, haciendo gala de su buen talante, a su vez telefonea a Maragall. El resultado es conocido: Pasqual retira lo dicho… Era el precio que el inquilino temporal del Palacio de la Moncloa tuvo que pagar por el apoyo parlamentario de CiU para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado.

Y, ahora, el danzante Iceta y su nueva pirueta mediática. Hay que ir a un gobierno de concentración, progresista, por supuesto, mandando a los de las CUP a las tinieblas exteriores, y pidiendo que se aparque lo de la independencia hasta mejor ocasión… Vamos, que hay que intentarlo por ver si así los socialistas pillan cacho o, cuando menos, arriman la cebolleta. Todo sea en connivencia con los cada vez más numerosos sectores convergentes a los que les da repelús no sólo las CUP sino la probable convocatoria en marzo próximo de unas nuevas elecciones que desbloqueen el actual impasse institucional.

Parece que Miquel Iceta, ante la tácita anuencia del inconsistente Pedro Sánchez y la señora Chacón, lo que podría conseguir sería salvarles el pompis a Mas y su mariachis y, de paso, hacer caso omiso del trinconeo del 3%, que ahora es pasto de investigaciones judiciales, lo mismo que los movimientos económicos durante un cuarto de siglo de la Famiglia Pujol. ¿Estaremos pues ante una re-edición de la Sociovergencia 2.0? ¿Sí? ¿No? ¿Todo lo contrario? Vayan ustedes a saber… Y, por cierto, ¿cómo recibiría la sociedad catalana el giro copernicano de los socialistas locales?

 

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