El Mundo de la Música 2.0
El hombre que ocupa la presidencia del gobierno es un pendenciero que nunca aprendió modales, ética o juego limpio. Dicen los deterministas que el pobre no tiene culpa, que es lo que mamó en casa: ahí está la reforma del Teatro de la Ópera (1991), que se presupuestó en 11 millones de euros y acabó…